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nueva york

Palestina asume la Presidencia del mayor bloque de países en la ONU

Palestina dio ayer un paso más en su reconocimiento internacional, al asumir de manera oficial la Presidencia del Grupo de los 77 (G77) más China, el mayor bloque de países dentro de Naciones Unidas e iba a solicitar ser miembro de pleno derecho del organismo internacional, lo que requiere el visto bueno del Consejo de Seguridad.

Palestina asumió ayer la Presidencia del Grupo de los 77 (G77) más China, en una ceremonia oficial en la que Egipto hizo entrega del liderazgo del bloque más grande de países en desarrollo de Naciones Unidas. Durante este año, los palestinos encabezarán este influyente grupo compuesto por 134 naciones, a pesar de que dentro de la ONU solo tiene estatus de Estado observador no miembro.

«Con este logro nacional, Palestina ha puesto en marcha un periodo histórico clave en el que ejercerá su nuevo rol dentro del sistema internacional», señaló el secretario general de la OLP, Saeb Erekat. «Este reconocimiento significa el reconocimiento de la comunidad internacional de la categoría de Estado de Palestina y nuestro derecho a la libre determinación», insistió Erekat, quien acompañó a Nueva York al presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas.

Antes de intervenir en la ceremonia para asumir la Presidencia del G77, Abbas aseguró que Palestina tenía previsto solicitar ayer ser miembro de pleno derecho de Naciones Unidas.

Desde 2012, es Estado observador no miembro de la ONU, el mismo estatus del Vaticano, y ha reiterado muchas veces que su objetivo es dar un paso más y convertirse en miembro.

«No es suficiente»

En noviembre, el primer ministro palestino, Rami Hamdallah, dijo que «no es suficiente» con que Palestina sea Estado observador no miembro de la ONU e instó al organismo a reconocerlo con pleno derecho.

Hace casi un año, Abbas ya adelantó en Naciones Unidas que su Gobierno iba a intensificar sus esfuerzos para convertirse en Estado miembro.

Sin embargo, no lo planteó en las reuniones que mantuvo el lunes con el secretario general de la ONU, António Guterres, y con la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa.

En cualquier caso, para lograr ser miembro de pleno derecho, Palestina debería recibir luz verde del Consejo de Seguridad, lo que parece imposible, dado que EEUU tiene poder de veto.

EEUU, Israel y Australia fueron los únicos países que en octubre votaron en contra de dar a Palestina nuevos privilegios en la Asamblea General de la ONU para facilitar su Presidencia del G77, que dará a Palestina un importante altavoz en Naciones Unidas, aunque su delegación seguirá sin tener derecho a voto.

Abbas anunció ayer que su intención es mantener las tradicionales prioridades del G77 y que el grupo haga frente a los «ataques» contra el multilateralismo. Subrayó la necesidad de seguir trabajando en el ámbito de la cooperación y el desarrollo y de garantizar que este beneficie a todos los ciudadanos.

«Palestina no puede ser una excepción», recalcó, al denunciar que su pueblo vive «bajo el yugo de la ocupación extranjera». Así, arremetió contra el ocupante israelí, al que acusó de dañar el desarrollo en toda la región de Oriente Medio.

El presidente de la ANP recalcó su compromiso con una «solución pacífica» que termine con la ocupación y garantice la independencia del Estado palestino con Jerusalén Este como su capital.

La víspera, Guterres ratificó que la única solución posible para el conflicto entre Palestina e Israel es la de dos estados.

 

La Unrwa da por superada una «crisis existencial»

El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa), Pierre Krahenbuhl, destacó, en una entrevista con Europa Press, que el organismo superó en 2018 «una crisis existencial» tras la decisión de EEUU de poner fin a su financiación y defendió el trabajo realizado pese a las dificultades y las duras condiciones en que viven los refugiados palestinos tanto en Cisjordania y en la Franja de Gaza como en otros países de la región.

Recalcó que la decisión de EEUU –tomada hace un año– supuso una crisis «fundamental», ya que disparó el déficit total hasta los 446 millones de dólares, y recordó que la Unrwa decidió «no tanto sentarse y quejarse», sino «iniciar una campaña para buscar los apoyos necesarios. Logramos superar ese déficit. No se trata de la Unrwa, se trata del acceso de medio millón de estudiantes a las escuelas», destacó.

Aunque reconoció momentos muy difíciles, como la decisión de cortar varios proyectos de emergencia en Gaza y Cisjordania que provocó la pérdida de 118 empleos. Pero indicó que «el 97% de los servicios fueron protegidos»

En otro orden de cosas, Krahenbuhl lamentó que el nivel de alarma internacional ante la situación en Gaza «no está en el nivel en el que debería», antes de incidir en que más de 20.000 palestinos han resultado heridos por la represión israelí de las protestas por la Marcha del Retorno. GARA