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Merkel y Macron buscan impulsar su cooperación con el Tratado de Aquisgrán

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron firmaron ayer el llamado Tratado de Aquisgrán, complementario al del Elíseo de 1963 que selló la reconciliación franco-alemana tras la guerra, destinado a dar un nuevo impulso tanto a las relaciones bilaterales como de la Unión Europea (UE) y que, entre otras cuestiones, quiere ser «una contribución» a la futura creación de un Ejército europeo.

La extrema derecha, pero también la izquierda, multiplicaron las críticas al nuevo tratado de cooperación franco-alemana alegando una pérdida de soberanía.

Pese a ello, Merkel y Macron afirmaron su intención de hacer «converger» sus políticas en todos los sectores, desde la economía a la defensa, pasando por la educación, la investigación o la política exterior. «Ratificamos nuestra convergencia económica y social, el acercamiento progresivo de nuestras sociedades, el acercamiento de las regiones transfronterizas, la creación de una nueva dinámica», señaló el presidente francés.

Ambos reafirmaron su voluntad de hacer emerger en el futuro un cuerpo militar europeo, y juzgan que sus países tienen un papel central en el tema. París y Berlín adoptaron una «cláusula de defensa mutua» en caso de agresión, sobre el modelo de la que prevé la OTAN. Podrán desplegar medios militares juntos en caso de ataque ««terrorista» o cooperar sobre los grandes programas militares.

Con su alianza, esperan impulsar el proyecto europeo, debilitado por el antieuropeísmo a cuatro meses de las elecciones. «En un momento en que Europa se halla desestabilizada por el Brexit y amenazada por los nacionalismos, por desafíos que sobrepasan el marco de las naciones, Alemania y Francia deben asumir su responsabilidad y mostrar la vía» destacaron.

El tratado lo firmaron dos líderes debilitados. Merkel se prepara para dejar su cargo en 2021 y Macron enfrenta una crisis social sin precedentes.