Arnaitz GORRITI
KIROLBET BASKONIA

Un fiel ensayo general para la Copa

Los gasteiztarras plantaron cara ante un Real Madrid que tiró de constancia y de cierta ayuda arbitral en cuanto el número de faltas.

REAL MADRID 82

KIROLBET BASKONIA 76

 

Habrá que superar el cruce de cuartos de final, pero a día de hoy, podría decirse que el choque que disputaron anoche Kirolbet Baskonia y Real Madrid en el WIZink Center fue un ensayo general muy fiel a lo que puede suceder en las semifinales de la Copa. Los gasteiztarras jugaron a muy buen nivel y tutearon al cuadro merengue, pero cedieron ante la variedad de recursos de los entrenados por Pablo Laso. Asimismo, el desequilibrio arbitral a la hora de pitar las faltas –29 a favor del Real Madrid y 18 del Baskonia– también se podría apuntar como un reflejo bastante fiel a lo que podrá encontrarse el Baskonia en el «Torneo del KO».

Si el viernes Perasovic apuntaba que el Real Madrid había conseguido que los gasteiztarras sintieran vergüenza de sí mismos, sobre todo en el partido jugado en diciembre –en el que los merengues se impusieron por 74-91 y Shengelia terminó lesionado–, ayer se puede decir que los gasteiztarras recuperaron el orgullo. «El Baskonia tiene muchas armas y, aunque no hemos tenido acierto, hemos sabido contestarles cada vez», se congratulaba Pablo Laso. Ciertamente, el entrenador gasteiztarra del Real Madrid debió sacar mucho jugo a los recursos de su plantel. Sobre todo en la primera mitad, los de Perasovic llevaron la iniciativa en el resultado. No consiguieron mantener la ventaja del 15-19 del primer cuarto, pero sí sometieron a un serio esfuerzo a los madridistas, para llegar al final de la primera mitad con empate a 35 en el luminoso.

Cinco errores seguidos

«Hemos hecho muchas cosas bien, pero no ha sido suficiente», explicaría por su parte Velimir Perasovic. Sin embargo, el tercer cuarto acabaría siendo la tumba del Baskonia. Voigtmann, más apagado en la primera mitad y brillante en la segunda, entró en juego, pero el Baskonia erró en exceso, tanto a la hora de ceder faltas como al intentar las canastas. El Real Madrid, por su parte, tiraba de Randolph y Campazzo –y un buen Prepelic ante la ausencia de Llull– para irse 57-52 al final del tercer asalto.

Los merengues llegaron a irse 62-52, pero el Baskonia no se rindió. De hecho, hasta que Randolph no sentenció el partido con un triple que establecía el 80-73, jamás le perdió la cara. Luego llegó el codazo accidental a Rudy Fernández y la técnica por flopping al balear, lo cual elevó la temperatura al partido, casi como de preparación de cara al sábado que viene, si es que llega. Desde luego, como ensayo general estuvo muy bien.