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La Conferencia sobre Oriente Próximo evidencia la división en la UE

Más de 60 países asisten desde ayer a la conferencia sobre Oriente Medio de Varsovia, que oficialmente busca promover un futuro de paz y seguridad en la región, pero donde EEUU quiere mostrar su sintonía con Arabia Saudí e Israel frente a Irán, algo que no acaba de convencer a la Unión Europea, que sigue dividida sobre sus relaciones con Teherán. Ni la Autoridad Palestina ni Irán, Rusia y Turquía –que hoy se reunen en Sochi– participan.

La ausencia, entre otros, de los ministros de Exteriores alemán, español y francés, así como de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, evidencia las diferencias en el seno de la UE ante la política con Irán del presidente de EEUU, Donald Trump, que abandonó el acuerdo nuclear iraní y ha impuesto más sanciones al país persa. París y Berlín son los más críticos, valoran positivamente los progresos de la desnuclearización iraní y quieren mantener buenas relaciones con Teherán.

La mitad del comercio de Irán con la UE es con Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, país este último que se ha opuesto abiertamente a imponer más sanciones a Teherán, que asegura que la conferencia «nació muerta» pues solo se trata de «un nuevo intento de EEUU de mantener viva su obsesión con Irán, que es infundada».

Derecho a reclamar

Precisamente ayer, Irán logró que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declarara competente para juzgar una demanda que interpuso contra EEUU por la congelación de fondos de compañías de Teherán, valorados en unos 2.000 millones de dólares y depositados en bancos estadounidenses, y dictaminara que tiene derecho a reclamarlos.