«No aceptamos ninguna cifra, porque no se pueden poner limitaciones a la cultura». Así lo indicó ayer el portavoz de la plataforma Arteak Ireki, Iker Zubia, que volvió a reclamar la retirada del reglamento de espectáculos públicos y actividades recreativas. Una norma aprobada por Lakua hace dos semanas y hecha pública el jueves en el Boletín Oficial de la CAV, que solo permite doce actuaciones al año en bares y locales.

Esta limitación ha suscitado el enfado de los agentes culturales y de los hosteleros, que han recogido miles de firmas contra este «decretazo». «Estamos preocupados porque no sabemos qué va a ocurrir con la gente que sale de las escuelas de teatro y de música, y con los grupos que empiezan ahora», manifestó Zubia, quien recordó que Berri Txarrak, La Polla Records, Soziedad Alkoholika, Platero y Tú, Ramón Aguirre o Karra Elejalde, por citar solo algunos ejemplos, empezaron su carrera en locales pequeños.

Arteak Ireki quiere «blindar» a estos locales, a los bares que ofrecen actividades culturales, como se está haciendo en Barcelona. «No vamos a aceptar ninguna cifra, pero seguimos con la mano tendida para dialogar», remarcó el portavoz de la plataforma, que compareció ante los medios de comunicación tras escuchar la intervención del consejero de Cultura, Bingen Zupiria, en el pleno de control, donde defendió el polémico reglamento, elaborado por el Departamento de Seguridad, y afirmó que este se puede aplicar con «flexibilidad».

No obstante, dejó claro que los bares y los pequeños locales deberán estar sujetos a una normativa, ya que, a su juicio, hasta ahora estaban en el «limbo». «¿Cuántas actuaciones hay que autorizar en una sala que no ha pedido licencia?, ¿doce, 48 o barra libre?, ¿no sirve de nada tener licencia?», cuestionó en respuesta a la preguntas formu- ladas por el parlamentario de EH Bildu Josu Estrarrona, que criticó la política cultural del Ejecutivo autonómico.

«Tienen que retirar esta medida inmediatamente porque se basa en una equivocada consideración de las artes como un mero espectáculo o como eventos de ocio, y va en contra de una política cultural que debería favorecer un tejido social y cultural que forma parte del ser y del entender de nuestras vidas, de nuestros pueblos y de nuestras ciudades, porque la cultura no son los cruceros que atracan en el puerto, visitan el Guggenheim y vuelven al camarote del barco, ni los macroconciertos y la gala MTV», destacó el parlamentario soberanista.

En el Ayuntamiento de Gasteiz, el pleno aprobó una enmienda transaccional acordada por PP y EH Bildu en la que se insta al Gobierno local, en manos de PNV y PSE, a que se posicione en contra del reglamento aprobado por Lakua y solicite su retirada, «en tanto no respete el derecho a disfrutar de las artes y de los artistas musicales al desarrollo y difusión de su arte».

Además, en el texto, que contó con el apoyo de los ediles de Podemos e Irabazi, se defiende que «el papel de las instituciones debe ser el de protección de la cultura y de los y las creadoras, así como el reconocimiento del papel que han tenido históricamente bares y cafeterías, auténticos espacios culturales». Y se realiza una «lectura crítica de la salud de la oferta cultural y hostelera» de Gasteiz, donde «solo hay cuatro establecimientos hosteleros con licencia para dar conciertos en su interior».

El pleno se compromete a «estudiar medidas para proteger los locales que hacen actividades culturales de pequeño formato y de proximidad, con una programación cultural estable de música en directo o de otras artes escénicas, para generar un marco normativo que les permita desarrollar esta actividad con garantías legales».