Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

En fuera de juego

Ultras del Chemnitzer alemán homenajean a un líder nazi fallecido, mientras un hincha del Birmingham agrede a un jugador rival.

«Lo que pasa en un estadio encarna el sueño fascista: una sociedad detrás de unos colores nacionales, detrás de una idea, poco racional, pero con una pasión nacional, llena de banderas» Santiago Rioncagliolo

El 1 de abril de 2006 el icónico St.Pauli recibía la visita nada bienvenida del Chemnitzer FC, club de Sajonia y conocido, al revés que los ‘Piratas’ portuarios de Hamburgo, por estar apoyado por un violento grupo neonazi, los HooNaRa (Hooligans, Nazis, Rassisten) fundado al inicio de la década de los noventa y con el estremecedor grito de «Sieg Heil!» por bandera. Ese día asaltaron peluquerías turcas, exhibieron dentro del estadio emblemas prohibidos por las leyes alemanas, recibieron a la seguridad del campo al insulto de «cerdos judíos» y se dedicaron a corear eslóganes del tipo de «Estamos construyendo un tren de St. Pauli a Auschwitez» o «Fenerbahçe, Galatasaray, odiamos Turquía». Un año después, el grupo ultra se disolvió tras la muerte de Rico Malt, el sucesor al frente de HooNaRa del infausto personaje que alumbró esta pandilla de racistas, Thomas Haller, mismo nombre que un inglés conocido por haber siso miembro de las SS alemanas y único en ser conderado por el Füher. La semana pasada, Haller murió víctima de un cáncer.

El domingo, en esta ciudad bautizada en tiempos del comunismo como Karl-Marx-Stadt, en los prolegómenos del partido del Chemnitzer, ahora en la Cuarta División alemana, sus ultras neonazis rindieron homenaje al fundador de HooNaRa, desplegando la leyenda ‘‘Descansa en paz, Tommy’’ y guardando un minuto de silencio; después, un jugador local mostró una camiseta en la que se leía ‘‘Support your local Hools’’ (Apoya a tus hooligans locales) entregada por un espectador. Luego, el futbolista alegaría que desconocía el mensaje, el club anunció que tomarán medidas y el primero en dimitir ha sido el gerente de la entidad.

Queda ahora saber qué sanción dictará la Federación, no solo al Chemnitzer, sino también al Energie Cottbus, actualmente en la Tercera categoría y paradójicamente primer club que alineó de inicio 11 jugadores extranjeros en la Bundesliga, y cuyos ultras también se acordaron del dirigente nazi fallecido.

Radicales de uno y otro club, ambos de ciudades de la antigua Alemania Oriental, guardan estrechos vínculos. «Sobre todo en Sajonia, muchos hooligans se han profesionalizado en el ámbito de las artes marciales: los neonazis son clientes frecuentes de lugares donde se practican deportes de combate, incluyendo el boxeo», desvela el experto Robert Claus. Hinchas de ambos equipos, del Lokomotiv Leipzig, Dynamo Dresden... El Este alemán es el caldo de cultivo de estos movimientos.

0-4 del Hamburgo al St.Pauli

A unos 360 kilómetros de allí, el St. Pauli jugaba también en el Millerntor-Stadion, su singular campo con tantas historias que narrar entre sus gradas. Recibía a su archienemigo, el Hamburgo, derbi de la ciudad con una inimaginable carga ideológica y una rivalidad mucho más allá de la deportiva, con permiso del Hansa Rostock, el otro rival de los ‘Piratas’. Espectacular la marcha de unos 2.500 hinchas del líder hacia la cancha del contrario, la Policía que evitó una quedada para darse de puñetazos, pintura contra el autobús del Hamburgo, bengaleos de unos y otros dentro del campo, partido detenido por momentos... Al final, el choque se saldó con un inapelable 0-4 para los ‘dinosaurios’, que reinaban en el infierno de las tibias y la calavera, ponen tierra de por medio y dejan la lucha por el ascenso directo en una pugna a tres con el Colonia y Unión Berlín.

Los tres aspiran a estar la próxima temporada en la Bundesliga, esa en la que acaba de haber cambio de líder. Lo que era impensable hace un tiempo, ha sucedido. El Bayern de Munich no era líder desde la quinta jornada. En aquel entonces tenía dos puntos de ventaja sobre el Borussia Dortmund. Los bávaros llegaron a estar nueve puntos por debajo en la duodécima jornada, y, por la diferencia de goles, 13 fechas después, han recuperado el liderato.

En la Premier los hooligans ya son historia, aunque de vez en cuando, algún iluminado fanático nos deja imágenes como la de ese seguidor del Birmingham City que saltó a césped y agredió a Jack Grealish, icono y capitán del Aston Villa, en el derbi de la ciudad que otrora fuera fue una vez líder mundial en producción de estilográficas, hebillas, botones, joyas y armas de fuego.

Al personaje en cuestión le han caído 14 meses de prisión, diez años sin acceder a un campo de fútbol y de por vida al de su propio club. La tarde para la víctima empezó mal, pero no pudo acabar mejor: anotó el gol de la victoria, que festejó entregado a sus hinchas. Karma.

170 km para reirse en su cara

Mientras eso sucedía en la Segunda inglesa, en la máxima división todas las miradas apuntaban al Arsenal-United, –donde un espectador local fue detenido tras agredir al defensar devil Smalling– y que se saldó con victoria de los de Unai Emery, 2-0. Se meten en puestos Champions y a un solo punto de un Tottenham que volvió a perder, ante el Southampton, y solo suma un punto de los últimos doce. Mauricio Pochettino ya ha dicho que no se puede dar esa imagen por mucho que vendrían de clasificarse para los cuartos de la Champions. Manchester City, con triplete de Sterling, y Liverpool, solventaron sus duelos, mientras el Chelsea empató en el descuento. El Newcastle perdía 0-2 en el minuto 65, remontó y ganó, lo que propició que un fan de las ‘Urracas’ condujera 170 kilómetros sólo para ir a la casa de un amigo hincha del Everton que no respondía al teléfono, decirle «3-2... ja, ja» y regresar a casa. Verídico

El Kun Agüero sigue como máximo romperedes en Inglaterra, mientras Robert Lewandowski, tras el 6-0 del Bayern al Wolfsburgo, se coloca como nuevo goleador de la Bundesliga. Lo que ya no sorprende es que en la Serie A siga a lo suyo el veterano Fabio Quagliarella, capocannoniere con 20 goles, y al que siguen Piatek y Cristiano Ronaldo con 19.

Donde hay un mano a mano cuando menos curioso en la tabla de goleadores es en Dinamarca. Robert Skov lidera la tabla de anotadores, con 22 en 25 partidos. Y segundo, con 18, le sigue de cerca Andreas Skov. El primero milita en el Copenhague, líder de la Superliga, en tanto el otro lo hace en el Nordsjaelland, séptimo, equipos que se veían las caras en Farum, pequeña localidad que no llega a los 20.000 habitantes. El segundo marcó en el 2-2 final, en un partido en el que el brazalete del Nordsjaelland lo portaba un chaval de 20 años y en el Copenhague jugó otro de 17 de origen sierraleonés, Mohammed Daramy, que debutó con solo 16.

Debutó también y con victoria Claudio Ranieri al frente de la Roma, llegado directamente desde la Premier, tras la cantada destitución de Di Francesco. Jornada en la que la Juventus se hizo más líder tras el nuevo empate del Napoli. Ganó el Milan, con gol, cómo no, de Piatek, y también el Inter, a la espera del derbi milanés a la sombra de la Madonnina, y separados por un punto por la tercera plaza. En la grada no estará Marco Piovella, líder ultra nerazurro, arrestado por la muerte de un tifoso del Napoli. Su sueño fascista se acabó. Como el de Thomas Haller.