A. I.
iruñea

Primer día, primera crisis UPN-C’s

El pacto entre UPN y Ciudadanos no pasó la prueba del algodón de Pepa Bueno en “Cadena Ser”. La periodista interrogó primero a Luis Garicano, el gurú económico de los naranjas, por su opinión sobre el Convenio en caso de reforma constitucional. «Si hubiera un nuevo pacto constitucional, nuestra política sería que todos los territorios tuvieran el mismo régimen, claramente», respondió Garicano echando por tierra el supuesto blindaje del estatus navarro que había conseguido Javier Esparza.

«Cualquier español que se plantee cualquier régimen económico dirá que debe ser el mismo para todo el país. Es un principio básico», remató Garicano, que añadió que el cálculo del pago de impuestos mediante el Convenio y la Aportación no es transparente y que no responde a criterios objetivos.

El escándalo para UPN fue mayúsculo. Sobre todo porque su otro gran hito era comprometer a Ciudadanos a una reforma constitucional para así cumplir con el objetivo fundacional de UPN: derogar la Transitoria Cuarta. Pero esto ya no tiene sentido. Si se abre el melón de la Transitoria, los socios de Esparza tratarán de acabar con el estatus navarro. Releído el acuerdo, pueden hacerlo. Los redactores de UPN no han amarrado bien tan «histórico» compromiso.

Esparza tuvo que salir diciendo que si Ciudadanos sigue por este camino, a UPN no le quedará otra que romper «de inmediato» y sin dudar el pacto alcanzado apenas unas horas antes. Un acuerdo con doce puntos en el que se produjeron modificaciones sustanciales el martes por la tarde. El cabeza de lista de Ciudadanos (Carlos Pérez-Nievas) no irá el segundo, sino que cae al tercer puesto.

La tensión subió a tal punto que, a mediodía, desde Ciudadanos en Nafarroa se envió una nota garantizando que no, que el Convenio no se iba a tocar y que se respeta el régimen foral. «No hay más escenario a tener en cuenta que el firmado en el propio acuerdo que se ha dado a conocer a los medios», dicen. Nadie firma esas declaraciones.

El Gobierno navarro hurgó en la herida y pidió tomar medidas tras las palabras de Garicano. EH Bildu y el PSN también hicieron sangre con la primera crisis del primer día de Navarra Suma.