GARA
AL-BAGHUZ

Las FDS alertan del peligro que para Siria son los yihadistas extranjeros

Los miles de yihadistas extranjeros y sus familias retenidas en Siria representan un verdadero peligro a pesar de la caída del «califato» del ISIS, advirtieron ayer las fuerzas kurdo-árabes de FDS al exhortar a la comunidad internacional a desactivar esta potencial bomba de relojería repatriándolos a sus países de origen.

Acabar con el «califato» territorial del Estado Islámico (ISIS) ha cerrado un largo y trágico capítulo del conflicto sirio, pero no solo no pone punto final a la guerra que desde hace ocho años asola Siria sino que tampoco a la lucha contra la organización yihadista. Además de los milicianos dispersos por el desierto que va desde el centro de Siria hasta la frontera de Irak y las células «durmientes» listas para volver a la acción, los miles de yihadistas extranjeros detenidos durante la ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), y sus familias, son una bomba de relojería, según advirtió ayer la alianza kurdo-árabe, que urgió a la comunidad internacional a su repatriación.

La victoria del sábado de las FDS sobre el ISIS en Al-Baghuz marca la caída territorial del «califato» proclamado en 2014 por la organización en una vasta zona entre Siria e Irak.

Los combatientes kurdo-árabes seguían ayer rastrillando esa zona y luchando con yihadistas «encerrados» en refugios en el monte de Al-Baghuz, que fueron bombardeados por la coalición que lidera EEUU.

En el transcurso de los seis meses de ofensiva sobre el último reducto del ISIS murieron más de 630 civiles, unos 1.600 yihadistas y 750 combatientes de las FDS, según cifras del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Miles de yihadistas y sus familias que habían refugiado en Al-Baghuz y sus alrededores a medida que el ISIS iba sumando derrotas en los últimos años se rindieron a las FDS.

Según las últimas cifras proporcionadas por la alianza, entre las más de 66.000 personas que abandonaron la zona desde principios de enero había 5.000 yihadistas y 24.000 familiares.

Los combatientes fueron detenidos y encarcelados por los kurdos, mientras que los no combatientes, especialmente mujeres y niños, fueron retenidos en su mayoría en el campo de desplazados de Al-Hol, ubicado en la norteña provincia de Al-Hassaka. Los sospechosos de pertenecer o colaborar con esa organización están siendo interrogados por las fuerzas kurdas.

Muchos de ellos no ocultan su simpatía por la ideología extremista del ISIS, pese a sus campañas de ejecuciones y atentados.

«Tenemos miles de combatientes, niños y mujeres de 54 países, sin contar los sirios e iraquíes», explicó el responsable de Relaciones Exteriores de la Administración autónoma kurda, Abdel Karim Omar.

«Es necesario que haya una coordinación entre nosotros y la comunidad internacional para enfrentar este peligro», advirtió.

3.500 hijos

Después de que Washington prometiera la retirada de la mayoría de sus 2.000 soldados en Siria tras la caída del «califato» del ISIS, los kurdos temen una ofensiva de Turquía contra su territorio, con la que ya ha amenazado. Los kurdos de Siria han alertado sobre una eventual fuga de yihadistas encarcelados y el abandono a su suerte de los niños que han estado expuestos a la propaganda del ISIS.

En los campos de desplazados habría más de 3.500 hijos de yihadistas, de más de 30 países, según Save The Children.

«Hay miles de niños educados según la ideología del ISIS. Si estos niños no son reeducados y reintegrados en sus sociedades de origen, podrían ser futuros terroristas», alertó Omar.

Pero la repatriación de los yihadistas combatientes, e incluso de los niños, divide a los países cuyos ciudadanos se sumaron al ISIS en Irak o en Siria.

El tema de las repatriaciones sigue siendo muy sensible en Estados como el francés, el más afectado de los occidentales por atentados cometidos en nombre del ISIS, o Gran Bretaña, golpeada también por sus ataques. Según un sondeo de finales de febrero, el 89% de los franceses se muestran «preocupados» por un eventual regreso de los yihadistas adultos.

Las células durmientes del ISIS en Irak y en Siria son una «gran amenaza para (...) el mundo entero», subrayó el sábado el comandante en jefe de las FDS, Mazloum Kobane.