EDITORIALA
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May es la figura pequeña en la matrioska del Brexit

El largo serial en que se ha convertido el Brexit se ha centrado en las últimas horas en el incierto destino de Theresa May. Incapaz de embridar a su grupo parlamentario, la primera ministra habría prometido sacrificarse a cambio de que sus compañeros más renuentes aprobaran el pacto con Bruselas, pero ayer admitió no contar con mayoría suficiente. Con el 12 de abril como nueva fecha referente, la mandataria conservadora ha buscado ganar tiempo y evitar una salida abrupta de resultado imprevisible, pero, tras los dos portazos previos de la Cámara y ante los rumores de un golpe de mano, parece haber agotado sus bazas.

La premier británica sabía, desde la noche del 8 de junio de 2017 en que perdió la mayoría absoluta, que su cargo dependía del equilibrio precario entre las facciones internas de su partido y el apoyo condicionado del DUP, unos mimbres poco sólidos para un periodo tan turbulento. No se le puede reprochar que no lo haya intentado, pero probablemente en esa noche electoral algunos ya la daban por amortizada. Y es que la primera ministra es solo una pieza de una gran matrioska donde se entrecruzan intereses y se juegan diferentes partidas. Una de ellas en el seno del propio Partido Conservador, donde no pocos –Johnson, Duncan Smith, Gove, Hunt...– aguardan al colapso de May para postularse en su lugar. Otra lucha es la que libran los tories con el Partido Laborista, tampoco exento de cuitas, y por supuesto, en este pulso se dirime la relación futura entre Londres y Bruselas. Incluso la UE se juega mucho en el envite, en un contexto en el que el euroescepticismo es cada vez más fuerte, como acabamos de ver en los Países Bajos y seguramente constatemos el próximo 26 de mayo.

May tiene un problema, pero su renuncia, si se produjera, ni siquiera serviría para postergar otros problemas más importantes, que afectan no solo al juego de poderes a ambos lados del Canal de la Mancha sino también al futuro económico, laboral y social de millones de personas.