Maddi TXINTXURRETA
KORRIKA 21

GASTEIZ ABRAZA EL EUSKARA Y SE DESPIDE DE KORRIKA

DESPUÉS DE RECORRER 2.562 KILÓMETROS, LA EDICIÓN NÚMERO 21 DE KORRIKA SE DESPIDIÓ AYER EN GASTEIZ. AL FIN SE DESVELÓ LA AUTORA DEL MENSAJE QUE DESDE GARES GUARDABA EL TESTIGO: «EL EUSKARA DEBE ESTAR EN EL SISTEMA OPERATIVO DE NUESTRO PUEBLO», RECLAMÓ MAIALEN LUJANBIO.

Cuando la Korrika estaba a punto de llegar a Gasteiz, hacia las ocho de la mañana, hacía frío como de costumbre, pero los gasteiztarras más madrugadores ya esperaban con ganas a las corredoras. Con el testigo ya en Gasteiz, y a medida que pasaba el tiempo y el sol empezaba a calentar, el grupo iba creciendo rápidamente y el ambiente del centro de la ciudad también. Gasteiz demostró ser una ciudad viva, emocionante y luchadora por el euskara en el último día de Korrika.

Desde que la marcha partiera el 4 de abril desde Gares, el euskara ha bailado por cientos de plazas, pasando de mano a mano, de boca a boca y paso a paso. Corrió bajo la nieve en Abaurreagain, bailó en Luzaide y aplaudió en silencio en Bergara, acompañada de la asociación de sordos. Después de un recorrido que parecía interminable, solo faltaba coronar Gasteiz. Y como era de esperar, reinó la emoción en todo momento.

Korrika rodeó toda la ciudad antes de entrar al centro. Travestidas y feministas, la marcha pasó de Salburua a Zaramaga, de ahí a San Martín y finalmente, después de cruzar la Universidad y el barrio Judimendi, la avalancha abrazó el centro de Gasteiz. El testigo pasó a las manos del alcalde, Gorka Urtaran, en la plaza Martín Salinas, y uno de los momentos más emocionantes fue cuando este entregó la ikurriña a Etxerat, entre muestras de apoyo a los presos políticos.

Mientras tanto, el grupo musical Libe calentaba motores en la plaza de los Fueros, ultimando los detalles de sonido para tener todo a punto para el concierto que darían al mediodía. Antes de que acabara Korrika Libe estaba «nerviosa»: «Para mí es impresionante. Yo soy euskaldunberri y estoy muy emocionada», declaró.

En pocos minutos, Korrika entró en la plaza de la Virgen Blanca flanqueada por una multitud emocionada. Miles de personas hicieron estallar la fiesta al grito de «Klika, Korrika!». Una quincena de representantes de AEK corrían junto a la presidenta, Mertxe Mugika, quien llevó el testigo hasta la balconada de la calle Postas.

Korrika 21, siglo 21

Cuando la bertsolari Maialen Lujanbio se asomó a la balconada, las miles de personas concentradas en la Virgen Blanca aplaudieron encarecidamente. Al fin se desveló la identidad de la autora del mensaje escondido durante tantos kilómetros en el testigo. «¿Por qué nos menospreciarán si caminamos tantas veces?», preguntó. Despidió a «Korrika del siglo 21» y dio la bienvenida al euskera de «software libre».

Mertxe Mugika dijo que «si deseamos construir una Euskal Herria euskaldun, debemos hacer “Klika” en el sistema operativo; debemos hacer Klika en todos los lugares influyentes».

Los grupos de música VTR y Urduri, pusieron a todo el mundo a bailar con la canción “Klika Korrika”, y se acabó oficialmente el acto. Pero no la fiesta, ni la lucha por el euskara.