D espués de seis subidas consecutivas, el Ibex logró conquistar los 9.500 puntos, un nivel que se le ha resistido al cierre desde el 8 de abril. Asimismo, ayer se colocaba en máximos desde septiembre al alcanzar los 9.549,80 puntos tras anotarse un 0,55%. En el mejor momento de la sesión llegó a situarse 20 puntos por debajo de los 9.600. En Europa, las subidas fueron generalizadas. París ganaba un 0,62%; Fráncfort, un 0,43%; y Londres, un 0,02%.

La sesión estuvo marcada por los datos de China, que devolvían el optimismo por su fortaleza, reduciendo los temores a una ralentización profunda. En el primer trimestre, el PIB crecía un 6,4% interanual, más de lo esperado por los analistas, mientras la producción industrial daba también señales de recuperación al subir un 8,5%, frente al 6% previsto. Lo mismo sucedía con las ventas minoristas, que superaron los pronósticos al aumentar un 8,3% interanual en el primer trimestre y un 8,7% para el mes de marzo.

La mala noticia llegaba desde Alemania, donde el Gobierno federal recortaba el crecimiento de este año al 0,5%, frente a la proyección anterior del 1%. La incertidumbre del Brexit y las disputas comerciales justificaban este hachazo. La previsión es inferior a la anunciada recientemente por el FMI, que le asignaba un 0,8%, cuando apenas hace seis meses había estimado un crecimiento del 1,9%.

En el Ibex, los datos de la economía china animaron a los valores industriales. ArcelorMittal ganó un 3,96%; Cie Automotive, un 2,19%; y Acerinox, un 2,14%. También despuntaron los bancos, con Sabadell (+3%) y Caixabank (+1,83%) a la cabeza. Los pesos pesados cerraron con subidas superiores al 1%. Grifols y Acciona, que cayeron más de un 2%, fueron los peores del índice.