Nerea GOTI
SEGUNDA JORNADA DE GAZTE TOPAGUNEA EN LEMOA

EL FRACASO DE LA PERSECUCIÓN DE LOS 90, Y SU MEMORIA, COMO SEMILLA DE FUTURO

GAZTE TOPAGUNEA RECUPERÓ AYER LA MEMORIA DE LOS JÓVENES REPRESALIADOS EN LOS 90 A TRAVÉS DEL RELATO DE SUS PADRES, Y UNA CONSTATACIÓN: «ESTE TOPAGUNE ES EL EJEMPLO DE QUE SEGUIMOS TENIENDO JÓVENES LUCHADORES». LUCHA Y PENSAMIENTO DAN LA MANO EN LEMOA A PROYECTOS DE FUTURO.

Palés reconvertidos en sofás, neumáticos que hacen de asiento, equipos de traducción a disposición del público, enormes carpas por el pueblo aquí y allá y aulas convertidas en espacios de encuentro son algunos de los elementos de ese macroescenario dividio en distintas zonas en las que se suceden la música, los talleres, las charlas, el pensamiento y la diversión, el legado de mil y una luchas y el futuro que se construye dentro y fuera de Euskal Herria. Lemoa muestra estos días la fotografía de la Euskal Herria luchadora, solidaria, feminista, internacionalista y liberadora que atrae a miles de jóvenes y a quienes no lo son tanto. Será porque no hay evento que durante tres días reúna tal programa de conferencias, espacios culturales y creativos. Si el tiempo acompaña, como lo ha hecho hasta ahora, Lemoa es además un reguero de gente que se desplaza de zona a zona programa en mano.

La de ayer fue también una jornada muy unida al legado. Gazte Topagunea homenajeó a las madres y padres de &bs;los jóvenes represaliados en la década de los 90 reunidos en la organización Gurasoak. Antes del homenaje, una charla reunió a la letrada Arantza Zulueta, a Txusa Etxeandia, madre del preso Egoitz Coto, condenado por «kale borroka» y que acumula 16 años y medio de cárcel; así como a Mari Carmen Mañas, viuda de Ángel Berrueta, entre otros.

El homenaje sirvió también para recordar al mismo Berrueta y a Arkaitz Bellón, fallecido en prisión. Sus voces recuperaron la memoria de aquella denuncia contra la vulneración de derechos en un tiempo de «medidas excepcionales», de «pruebas biológicas invalidadas» y de «peticiones desproporcionadas», en el que se fabricaron leyes y «se inventaron grupos Y» para detener «cuadrillas enteras». «Aquello era un poco como un Altsasu cada día», relató a GARA una de las participantes, antes de compartir escenario con otra madre entregada a la lucha por saber qué fue de su hijo, la de Nora Morales de Cortiñas, integrante de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien recordó que el anhelo de libertad fue también lo que llevó a su hijo, Carlos Gustavo, a ser detenido y desaparecido un 15 de abril de 1977.

Otro testimonio de lucha, el de Miren Odriozola, compañera de Pakito Arriaran, llegó también a otro espacio de Topagunea, como las enseñanzas del movimiento alrededor de la insumisión y las aportaciones de otros procesos soberanistas en Europa, llegadas de Escocia y los Països Catalans, unidas a voces llegadas desde Kurdistán, Sudáfrica o Venezuela.

Por la tarde, ese espacio llamado Akeita Naiz, desde el que NAIZ Irratia emite en directo a diario contenidos y entrevistas con participantes e invitados a Gazte Topagunea, reunió también las voces de denuncia del «expolio» al que se somete a GARA y la respuesta en forma de construcción mirando al futuro de un diario y todo un grupo de medios destinados a dar voz al conjunto de luchas transformadoras que atraviesan Euskal Herria.

Mirando al futuro pero sin perder de vista la transmisión del pasado Gazte Topagunea contó también ayer con la participación del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.