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COLOMBO

Sri Lanka cree que un grupo extranjero apoyó los ataques

El Gobierno de Sri Lanka investiga el apoyo de organizaciones yihadistas extranjeras a un grupo local al que responsabiliza de las matanzas del pasado domingo, en las que murieron al menos 290 personas y medio millar sufrieron heridas. Para las autoridades del país, el NTJ, que hasta ahora solo había atacado estatuas budistas, tuvo que recibir apoyo para formar a los kamikazes, construir las bombas y coordinar la cadena de atentados en iglesias y hoteles.

El Gobierno de Sri Lanka señaló que el grupo islamista local, el National Thowheeth Jama'ath (NTJ), está detrás de los atentados suicidas que causaron 290 muertos el domingo y que ayer aún no habían sido reivindicados. Pero las autoridades creen que el NTJ tuvo que contar con apoyo de organizaciones extranjeras de mayor tamaño.

«No vemos cómo una pequeña organización en este país puede hacer todo esto. Investigamos sobre una eventual ayuda extranjera y sus otros vínculos, cómo formaron a los kamikazes, cómo produjeron las bombas», afirmó el portavoz del Gobierno y ministro de Sanidad, Rajitha Senaratne

Una nota comunicada hace diez días a la Policía de Sri Lanka, ya alertaba de que el NTJ preparaba atentados contra iglesias y la embajada de India en Colombo. Sin embargo, la Policía no se preparó ante esta información, basada en un aviso de «una agencia de inteligencia extranjera». «Se informó al inspector general de la Policía el 9 de abril, incluyendo los nombres de supuestos terroristas», reconoció el ministro, subrayando la responsabilidad del Gobierno en lo sucedido por no haber evitado la tragedia.

En pocas horas varios kamikazes mataron el domingo a 290 personas e hirieron a otras 500 en diferentes puntos del país haciéndose estallar en iglesias católicas que celebraban la misa de Resurrección y en hoteles de lujo. Otra explosión se produjo cuando un kamikaze se inmoló en una zona residencial durante una operación policial que investigaba los atentados.

La alarma se reprodujo ayer con otra explosión en Colombo cuando los artificieros intentaban desactivar una bomba hallada cerca de una de las iglesias en las que el domingo se produjo uno de los atentados.

Además se hallaron 87 detonadores en una estación de autobús a medio camino entre los hoteles objetivo de los atentados y la iglesia de San Antonio, en la que murieron más de la mitad del total de víctimas.

Planificado y coordinado

El NTJ hasta ahora solo había sido relacionado con actos de vandalismo contra estatuas budistas el año pasado, dentro de los constantes enfrentamientos entre diferentes comunidades religiosas en el país. Pero la cadena de matanzas del domingo supone una diferencia notable para un grupo local.

Para el Soufan Center, un centro de estudios sobre amenazas a la seguridad con base en Nueva York, la coordinación y planificación minuciosa de los ataques de Sri Lanka presenta muchas semejanzas con ataques yihadistas, sobre todo de grupos locales que han recibido ayuda extranjera. Así, los compara con los atentados de la víspera de Navidad en 2000 en Indonesia, perpetrados por un grupo local en coordinación con Al Qaeda, y con los atentados suicidas de 2005 en hoteles de la capital de Jordania, Amman.

«Son ataques concebidos para aumentar las tensiones comunitarias y desestabilizar a los gobiernos de los países donde se llevan a cabo», indica.

Tanto Al Qaeda como el Estado Islámico intentan hace años reclutar adhesiones entre grupos islamistas desde el subcontinente indio a Filipinas.

El pasado enero la Policía de Sri Lanka se incautó de 100 kilos de explosivos y detuvo a cuatro islamistas pero no acusó a ningún grupo en particular. Mientras, ayer aún se intentaba determinar la identidad de los fallecidos y la morgue de Colombo era escenario de escenas de dolor y desolación cuando los familiares reconocían sus restos. Las autoridades han demandado muestras de ADN para identificar algunos cuerpos.

Al menos 37 de los muertos tenían nacionalidad extranjera. Indios, portugueses, turcos, británicos, estadounidenses, japoneses y una pareja de gallegos ya habían sido identificados.

Las condolencias y condenas llegaron de todo el mundo mientras las embajadas extranjeras recomendaron a sus ciudadanos que eviten cualquier viaje a Sri Lanka que no sea imperativo. En sus advertencias a los viajeros, EEUU considera que «grupos terroristas continúan preparando posibles ataques» en el país.