Al son de canciones revolucionarias, una gran multitud se reunió ayer en Jartum en torno a la «Marcha del Millón» para exigir al Consejo Militar de Transición instaurado el 11 de abril, tras el derrocamiento del presidente Omar al-Bashir después de cuatro meses de protestas, el traspaso sin demora del poder a una Administración civil. La junta militar se da dos años de plazo para hacerlo.

Decenas de miles de personas se habían congregado por la tarde frente a la sede del Ejército, donde grupos de manifestantes mantienen una protesta desde el pasado 6 de abril, y se esperaba que siguieran llegando miles más durante la noche. Varias marchas recorrieron las calles de Jartum, convocadas por la Alianza para la Libertad y el Cambio (ALC), para confluir ante la sede militar. Entre los participantes, por primera vez, decenas de jueces togados para reclamar la «independencia» del sistema judicial y rechazar cualquier «intervención política». Y muchas mujeres, especialmente activas desde el inicio de la protesta el 19 de diciembre.

Ante la creciente protesta, el Consejo Militar anunció el miércoles un «acuerdo» con el ALC «sobre la mayoría de las demandas presentadas» por esta coalición, sin dar más detalles. La Asociación de Profesionales Sudaneses, punta de lanza de la protesta que integra la ALC, anunció progresos y la creación de un «comité conjunto» para «discutir temas pendientes».

El líder opositor sudanés Sadiq al-Mahdi, el último primer ministro elegido en las urnas y apartado por Al-Bashir en 1989, advirtió del riesgo de que los defensores del expresidente perpetren un contragolpe si no hay un acuerdo con la junta militar para facilitar la transición.