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MIAMI

El juez del «caso Ibar» deja abierta la puerta a la condena a muerte

La fase de sentencia del juicio contra Pablo Ibar, declarado culpable en enero pasado de un «triple asesinato» ocurrido en 1994 en Estados Unidos, comenzó ayer con un revés para la defensa. El juez rechazó «prohibir» imponerle la pena de muerte en base a los derechos humanos internacionales de sus dos hijos menores.

El juez Denis Bailey, encargado del juicio contra Pablo Ibar, echó ayer por tierra la moción presentada sus abogados, que advirtieron de que el preso, declarado culpable del triple crimen de Miramar, tiene dos hijos de 7 y 12 años. «Los niños menores son especialmente vulnerables a trauma sicológico y emocional asociado con el bienestar de sus padres y particularmente de su padre prisionero», señalaban en el recurso, en el que pedían al magistrado que prohibiese la aplicación de la pena de muerte en base en los derechos humanos de los dos menores. Un argumento legal que el juez no considera «aceptable».

En la segunda fase del proceso los abogados de Ibar se esfuerzan en evitar la pena de muerte, solicitada por la Fiscalía. En principio, se estableció que, durante la sesión de ayer, se expusieran ante el jurado los argumentos de las partes y los testimonios de los testigos del Ministerio Público. En las dos siguientes jornadas, hoy y mañana, no se celebrará sesión debido a que uno de los miembros del jurado estará ausente por el fallecimiento de un familiar.

El próximo lunes, día 20, declararán los testigos de la defensa y, si da tiempo, esa misma jornada el Ministerio Público aportará nuevos testigos para la réplica a estas declaraciones. De no ser así, los testimonios proseguirían el 21 por la mañana.

Esa misma jornada por la tarde y el 22 por la mañana se procederá a la lectura de las conclusiones de las partes. En la segunda parte del miércoles, el jurado se retirará ya a deliberar, entre cadena perpetua o pena de muerte. Se prevé que el tribunal popular no tarde mucho en adoptar una decisión, de forma que el caso puede quedar visto para sentencia esa misma jornada o al día siguiente.