M.U.
BIARRITZ

Electos vascos evocan a Macron la cuestión de los presos y el euskara

La visita-relámpago con la que Emmanuel Macron tomó contacto con la ciudad sede del G7 sirvió para que los electos vascos reclamaran gestos claros sobre cuestiones de país.

El presidente galo inició su periplo por Biarritz a partir de un lugar emblemático, como es el faro de la villa balnearia. Allí fue recibido por el alcalde, Michel Veunac, que le acompañó en un paseo a pie por algunos de los escenarios elegidos para la cumbre del G7, que se desarrollará entre el 24 y el 26 de agosto.

Emmanuel Macron se interesó por el estado de la preparación de dicho evento, en una ciudad que aborda obras contra reloj, entre ellas la del lujoso Hotel du Palais, en el que se albergarán los mandatarios.

«Contamos con usted»

Macron buscó el encuentro con la ciudadanía, aunque el tiempo grisáceo no animó, ayer al mediodía, a demasiados caminantes a cruzar sus pasos con el séquito presidencial. Con todo, Macron estrechó algunas manos, y escucho algunos comentarios, como el de una comerciante que le lanzó un «contamos con usted», dando a entender que la reunión del G7 es vista como una oportunidad pero provoca también recelos.

Saludos a viadantes, selfies con cargos y simpatizantes... Macron se prodigó un pequeño baño de masas antes de entrar en el Ayuntamiento y compartir, junto a un grupo destacado de representantes institucionales un ágape. Ante ellos, Macron remarcó los retos que se derivan del G7 y trató de disipar dudas sobre la cuestión de la seguridad, que también abordó en una comparecencia ante la prensa, a media tarde, en el palacio Bellevue, sede central de la cumbre.

A esa misma hora, la plataforma contra el G7 lograba, pese a la fuerte presencia policial, llevar a cabo una protesta en la aledaña plaza Clemenceau.

Electos vascos presentes en la recepción organizada en honor de Macron explicaron a Mediabask que durante ese almuerzo pudieron evocar no sólo la cuestión del G7, sino que plantearon otras materias claves de país.

Fue el caso de Jean-René Etchegaray, presidente de la Mancomunidad Vasca, y del diputado macronista Vincent Bru, que durante sus intervenciones pidieron gestos decididos en relación a los presos y también para que se firme la convención entre el Estado y Seaska.