Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
Interview
IZASKUN BILBAO
CANDIDATA DEL PNV AL PARLAMENTO EUROPEO

«La UE necesita un marco para resolver los conflictos en los Estados miembros»

En un momento crucial para el proyecto de la UE, Izaskun Bilbao aspira a renovar su cargo como diputada tras de diez años en la Eurocámara, aunque en esta ocasión el PNV no concurre con sus socios de Catalunya. «Han cambiado las circunstancias», valora.

Hay quien ha publicado que el 26M «el proyecto europeo se juega su futuro». ¿Tan importantes son estas elecciones?

Sí creo que es un punto de inflexión desde la creación del proyecto europeo. Hasta ahora hemos dado por supuesto que era un proyecto de paz, de estabilidad, y que lo único que podía hacer era mejorar, pero con el incremento de los partidos de extrema derecha, de euroescépticos que están utilizando en muchos casos un discurso xenófobo, lo que se está haciendo es cuestionar los valores fundacionales de la UE y de su entramado institucional. Este es el reto que tiene la ciudadanía europea y la vasca en estas elecciones, decir masivamente que estamos a favor de crecer con el proyecto europeo y de no retroceder.

¿A qué se debe este auge?

Creo que ha habido dos factores fundamentales. En primer lugar, la crisis económica ha dejado consecuencias importantes en varios países por las políticas de austeridad, también en muchas personas. Se ha incrementado el número de empleos precarios, ha tenido un fuerte impacto en la clase media europea, se han creado bolsas de pobreza, y la ciudadanía no ha sentido que las instituciones europeas hayan tenido un proyecto social claro para darle cobertura frente a esa situación. Pero hay que decir también que las instituciones europeas lo que hacen es definir un marco que tiene que ser desarrollado después por cada uno de los estados miembros, y esta conexión hay que recordarla, porque nadie se acuerda de la responsabilidad de los estados cuando hablamos del proyecto europeo.

El segundo factor han sido las malas soluciones dadas en la política de inmigración. Los partidos xenófobos dicen eso de «nosotros primero», y sostienen que de esta forma vamos a tener empleos de calidad para todo el mundo, que son las personas migrantes las que nos están quitando esos empleos... Es un discurso falso, demagógico, que toca el dolor y el corazón de personas que ven que no les llegan soluciones tampoco por parte de las autoridades locales o estatales, y que consideran que ante los problemas globales las soluciones les van a llegar con frases sencillas. Es un uso irresponsable de un colectivo de personas que lo está pasando mal.

El PNV concurre en la coalición CEUS, pero no con sus hasta ahora socios catalanes. ¿Les hubiera gustado ir con ellos?

Las circunstancias en cinco años han cambiado y las coaliciones son el resultado del consenso entre dos partes. Tenemos una coalición con la que también estoy contenta, porque estamos con Geroa Bai, con Coalición Canaria, con los demócratas valencianos, con los de Baleares y con gallegos, y esto es una muestra de diversidad. Como decía, no ha dependido únicamente de nosotros, las circunstancias en Catalunya son conocidas, las posiciones de los partidos de la antigua Convergencia también.

Las instituciones europeas se han posicionado con el Estado español en el proceso catalán. Antes, en el referéndum de Escocia Durao Barroso hizo campaña contra la independencia. Es normal que haya gente decepcionada... ¿Cree que las instituciones de la UE deberían haber mantenido otra actitud?

Nosotros en todo momento hemos defendido la necesidad de que hubiera un diálogo y una mediación desde el ámbito europeo para resolver un problema que entendíamos que también era europeo. Necesitamos una ley de claridad, un marco europeo que permita resolver este tipo de conflictos en el seno de los estados miembros. ¿Para qué? Para que todos los ciudadanos europeos podamos hacer este tipo de referéndums o de consultas de una manera democrática, sin que nada se altere.

Nos sentimos europeos, y queremos mecanismos europeos que permitan que todos tengamos los mismos derechos. Porque, por ejemplo, ahora pueden cambiar las cosas; vamos a suponer que el Reino Unido se marcha. Escocía ya ha anunciado que va a haber otro referéndum. Si los ciudadanos escoceses deciden que se quieren quedar en la Unión Europea, nosotros entendemos que su entrada es automática, como si no se hubieran marchado. Otros, como el PP, han defendido que deberían ir a la cola, detrás de Turquía… eso es absurdo.

La política europea es dinámica, las realidades y tensiones territoriales existen en muchos más países de los que creemos. Diálogo, negociación y solución a nivel europeo, también para que crezca ese sentimiento europeo y haya una mayor cercanía hacia sus instituciones.