Familiares de Pablo Ibar y cargos de la Embajada y consulado españoles en EEUU resaltaron ayer los lazos familiares y su carácter «respetuoso» y «bondadoso» ante el jurado que decidirá si es condenado a muerte o a cadena perpetua tras ser declarado culpable de un «triple asesinato» cometido en 1994.

«Es una vida que merece la pena salvar», indicó el embajador de España en Washington, Santiago Cabanas, en declaraciones recogidas por Efe antes de testificar. En el mismo sentido se pronunció el actual cónsul en Miami, Cándido Creus, quien señaló ante el jurado que le sorprendía «el sentido de respeto» de Ibar y sus «lazos familiares».

El carácter «respetuoso, bondadoso y compasivo» de Pablo Ibar y el amor mutuo que se procesan centraron los testimonios de los familiares en un audiencia cargada de emociones. El procesado, que hasta ahora había mantenido la calma, se sobresaltó en un momento y se enfrentó directamente al juez Dennis Bailey, que preside el juicio en fase de sentencia.