«Huawei ha hecho contribuciones sustanciales al desarrollo y crecimiento de Android. Como uno de sus socios clave globales, hemos trabajado estrechamente con su plataforma de código abierto para desarrollar un ecosistema que ha beneficiado tanto a los usuarios como a la industria», indicó ayer la empresa en un comunicado.

La compañía china asegura que continuará proveyendo actualizaciones y servicios posventa a todos sus equipos, tanto «a los que ya se han vendido como a los que están aún en almacenamiento», precisando que seguirá construyendo un «ecosistema de software seguro y sostenible» para todos sus usuarios en todo el mundo.

Mientras, el Gobierno de Pekín señaló que apoya a sus compañías para «defender sus derechos legítimos». En rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang, declaró que China está aún revisando la decisión de Google de dejar de vender componentes y software a Huawei, el último órdago en la disputa comercial y tecnológica que EEUU mantiene con el país asiático.

Alphabet, la empresa paraguas de Google, ha decidido cortar sus suministros de material informático y algunos servicios de programación a Huawei tras la emergencia nacional declarada por Donald Trump, según fuentes citadas por Bloomberg de las que se hizo eco Efe. El decreto de Trump prohíbe a las compañías estadounidenses hacer negocios o usar los equipos de telecomunicaciones que fabrican empresas que supuestamente intentan espiar al país. También los principales fabricantes de procesadores –entre ellos Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom– habrían informado a sus empleados de que dejarán de facilitar componentes a Huawei hasta nuevo aviso.

Sistema operativo propio

La duda es qué pasará en el momento en que Google lance una nueva versión de su sistema Android, puesto que Huawei, en principio, no podrá ofrecer la actualización en sus teléfonos.

Según indicó la propia compañía a la cadena estadounidense CNBC, Huawei ha desarrollado su propio sistema operativo para smartphones y ordenadores de cara a una eventual prohibición de usar el software de proveedores estadounidenses como Google o Microsoft.

En una entrevista concedida en marzo al diario alemán “Die Welt”, el director de la división de consumo de Huawei, Richard Yu, desveló que el fabricante chino cuenta con un sistema operativo de respaldo que entraría en funcionamiento en caso de ver bloqueado su acceso a software estadounidense.

«Hemos preparado nuestro propio sistema operativo. Si alguna vez sucediera que ya no podemos usar estos sistemas, estaríamos preparados. Ese es nuestro plan B. Pero, por supuesto, preferimos trabajar con los ecosistemas de Google y Microsoft», declaraba entonces Yu al rotativo germano, tal como recordó ayer Europa Press.