Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
TORTURA EN EUSKAL HERRIA

La ONU confirma que la Guardia Civil torturó a Gorka Lupiañez

El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha dictaminado que Gorka Lupiañez sufrió torturas por parte de la Guardia Civil durante su detención incomunicada en 2007. El vecino de Durango, que se halla preso en Topas, denunció el maltrato sufrido, y también lo hizo su padre, pero ningún juzgado les ha hecho caso. La ONU, sí.

El vecino de Durango Gorka Lupiañez, actualmente preso en Topas, fue torturado durante el periodo que estuvo incomunicado por la Guardia Civil en diciembre de 2007. Así lo denunció él en cuanto pudo declarar ante un juez y así lo ha corroborado el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en un dictamen aprobado el 21 de marzo.

En concreto, un grupo formado por 18 expertos internacionales independientes considera casi de forma unánime –sólo hay un voto discrepante– que el Estado español vulneró el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, según el cual «nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes». También considera, a tenor del nulo recorrido que ha tenido la denuncia de torturas en instancias judiciales, que en este caso se ha producido una violación del artículo 2 del mismo pacto, concretamente en el apartado que afirma que «toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales».

En el dictamen, el Comité dice haber tomado nota de la «descripción detallada y coherente» que hace Lupiañez del maltrato sufrido en dependencias policiales, y censura que ante su denuncia no se realizara ninguna investigación de oficio. Recuerda, en este sentido, que las denuncias de malos tratos «deben ser investigadas pronta, minuciosa e imparcialmente por las autoridades competentes» y que «se deben tomar las medidas que procedan contra quienes sean declarados culpables».

«Las investigaciones de estos actos deben ser exhaustivas», apostilla la ONU, que añade que «todo daño físico o síquico ocasionado a una persona en situación de detención, más aún en régimen de incomunicación, da lugar a una importante presunción de hecho». Y critica que el denunciante «no gozó de un recurso efectivo para investigar los tratos a los que fue sometido durante su detención».

 

«Me tumbaron, me levantaron las piernas y metieron el palo»

Gorka Lupiañez dejó constancia de las torturas en un relato que GARA publicó el 21 de diciembre de 2007 y que expone el calvario padecido. Estos son algunos de los fragmentos: «me puso una bolsa de plástico en la cabeza. Cada rato, la cerraba (…) y me provocaba asfixia»; «en día y medio me habían obligado a realizar miles de flexiones. A la vez me golpeaban en la cabeza»; «me ataron en un colchón de espuma, y me metieron la cabeza en agua helada»; «me sujetaban los pies, los brazos y la cabeza, y me echaban agua con una manguera, en la boca y en la nariz. Cuando ya no podía aguantar, me tiraban un balde de agua a la cara, y me ahogaba»; «me pusieron a cuatro patas y trataron de meterme un palo por el culo. Como no pudieron, me tumbaron en el suelo boca arriba, me sujetaron, me levantaron las piernas, y en esa posición me metieron el palo»; «Me ató los testículos y el pene con una cuerda, y se puso a estirar (…) empecé a sangrar del pene». Su denuncia fue archivada.I.B.