Josu MONTERO
Escritor y crítico

Un paso atrás

Salir, por un rato al menos, del tiempo impetuoso de la existencia, retirarnos, tomar distancia, es una actitud necesaria para nuestra higiene vital; pero hoy resulta ciertamente complicado dada la aceleración exagerada, digital y progresiva de cuanto nos rodea. Y el gesto es en principio bien simple: dar un paso atrás para convertirte en observador, también en espectador perplejo de ti mismo. Identificar lo que permanece intacto, no afectado por la permanente mudanza. Y deleitarse con lo efímero, con lo que sucede en este momento y al instante siguiente ya ha dejado de ser. Los escritores capaces de detener el tiempo de esos instantes y hacerlos pervivir para siempre, hasta que nuestros ojos los lean, décadas o siglos después, y aquel presente huido se convierta en presente para nosotros, en este presente; esos escritores son los que prefiero. El arcaico sabor de una magdalena mojada en el té, que alguien saborea, y ese sabor fugaz, casi inaprensible, produce un cataclismo en su interior, y dentro también de cada uno que lee esas páginas. Y tantísimas otras. El gran James Salter escribió: «El impulso esencial para escribir es que todo va a desaparecer. Lo único que quedará serán los libros. Lo que está escrito. Los hombres tenemos mucha suerte por haber inventado los libros. Sin ellos el pasado se esfumaría y nos quedaríamos sin nada, estaríamos desnudos en la tierra».