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MANILA

Duterte consolida su poder con la victoria de sus aliados

Los aliados de Rodrigo Duterte tomaron el control del Senado de Filipinas en las elecciones de medio mandato, lo que ofrece al presidente la posibilidad de relanzar sus reformas, entre ellas el restablecimiento de la pena de muerte.

Los partidarios de Duterte obtuvieron nueve de los escaños del Senado que estaban en juego en los comicios del 13 de mayo, por lo que controlan ahora 15 de los 24 de la única institución que se resistía al Gobierno y que en los últimos tres años ha tenido un papel crucial para bloquear algunas de las iniciativas más controvertidas del mandatario. El presidente conserva, además, la mayoría en la Cámara Baja.

Electo en 2016, Rodrigo Duterte emprendió una violenta «guerra contra la droga» en las que las fuerzas de seguridad han matado a más de 5.300 personas. Asociaciones civiles estiman que esa cifra podría ser hasta tres veces mayor y llegar al grado de crimen contra la Humanidad.

Entre los nuevos senadores está el exjefe de la Policía Nacional Ronald de la Rosa, quien estuvo a cargo de la «guerra contra la droga». Imee Marcos, la hija del dictador Ferdinand Marcos, también entrará a la Cámara Alta, 33 años después de la caída de su padre.

Además de reinstaurar la pena de muerte, el presidente también quiere bajar la edad de responsabilidad penal de 15 a 12 años, y una reforma de la Constitución.

Las elecciones también fueron un triunfo para el clan Duterte. Sara, la hija del presidente, posible candidata a la Presidencia, conservó la Alcaldía de la gran ciudad de Davao; su hermano Sebastian se convirtió en vicealcalde y su otro hermano Paolo fue electo diputado.