GARA
WASHINGTON-PEKÍN

Trump liga el veto a Huawei con la negociación comercial con China

En una comparecencia ante la prensa en la que hizo comentarios inconexos sobre distintos temas, Donald Trump admitió por primera vez, el jueves, que las medidas adoptadas contra Huawei en base a la «seguridad nacional» están relacionadas con el desarrollo de las negociaciones comerciales entre EEUU y China.

Guerra comercial, guerra tecnológica y, además, guerra de palabras: chinos y estadounidenses se acusan mutuamente de mentir en torno al caso Huawei, el gigante de los smartphones amenazado por las sanciones de Washington.

Si hace apenas quince días los negociadores de las dos potencias reunidos en la capital estadounidense todavía intentaban resolver su diferendo comercial, el tono se ha elevado a los dos lados del Pacífico en torno al “caso Huawei”, después de que la semana pasada esa compañía fuera incluida en la “lista negra” de la Administración Trump en base a las sospechas de espionaje a favor de Pekín.

Este jueves, el secretario de Estado, Mike Pompeo, acusó al grupo tecnológico de mentir en relación a su colaboración con el Gobierno chino. «El CEO de Huawei no dice la verdad al pueblo estadounidense ni al mundo», afirmó Pompeo, citando la legislación china que obliga a las empresas de ese país a colaborar con las autoridades en materia de seguridad nacional.

En respuesta, Pekín denunció ayer «las mentiras» de Washington. «Desde hace tiempo, algunos responsables políticos de Estados Unidos han propagado reiteradamente rumores sobre Huawei, pero nunca han podido presentar pruebas», declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang.

Este indicó que, mientras la «guerra comercial y tecnológica» de la Administración Trump contra China suscita «cada vez más interrogantes» en EEUU, «esos responsables políticos continúan lanzando mentiras de todo tipo con el fin de engañar a los estadounidenses».

Lu aprovechó la comparecencia para defender al patrón de Huawei, Ren Zhengfei, antiguo ingeniero militar, que insiste en que su compañía no realiza actividades de espionaje para Pekín. La amplia entrevista en la que, el martes, Ren defendió a su grupo empresarial «fue ampliamente aplaudido tanto en China como en el resto del mundo», subrayó Lu. «Solo unos pocos hombres políticos ponen en duda su palabra», añadió.

Cabe recordar que Meng Wanzhou, hija de Ren y directora financiera de Huawei, continúa retenida en libertad condicional en Canadá, donde fue arrestada en diciembre en base a una demanda de extradición formulada por EEUU, que le acusa de haber violado las sanciones comerciales contra Irán.

Si no cambia el escenario, dentro de tres meses el número dos mundial de los smartphones tendrá prohibido proveerse en EEUU, de cuya tecnología depende porque le suministra buena parte de los chips que utiliza en sus teléfonos.

«Profunda simpatía»

No obstante, si la Administración estadounidense se estaba esforzando hasta ahora en separar la guerra comercial con China del caso Huawei, Donald Trump mezcló claramente ambos dosieres en unas declaraciones que realizó el jueves.

«(Huawei) es muy peligroso. Cuando ves lo que han hecho desde un punto de vista de la seguridad, un punto de vista militar... Muy peligroso. Pero es posible que Huawei sea incluido en un acuerdo comercial. Si logramos un acuerdo, veo bien que Huawei sea incluido de una u otra manera», comentó en el transcurso de una conferencia de prensa en Washington.

Al ser instado por un periodista a dar detalles sobre la forma en la que el grupo chino podría ser integrado en unas negociaciones ya de por sí difíciles, Trump se mostró evasivo: «Es demasiado pronto para decirlo. Estamos muy preocupados por (el riesgo que representa) Huawei desde el punto de vista de la seguridad».

Por su parte, China no ha dejado pasar por alto que la Administración Trump haya decidido otorgar una nueva ayuda de emergencia a los agricultores afectados por las represalias chinas y de la UE a los aranceles impuestos por Trump, lo que Lu Kang achacó a las presiones del sector sobre Washington.

«Las organizaciones agrícolas y ganaderas demandan claramente al Gobierno de EEUU que corrija sus errores», declaró el portavoz chino. «Sus colegas chinos sienten una profunda simpatía por los agricultores y ganaderos en Estados Unidos ante los problemas a los que se enfrentan», agregó.