Natxo MATXIN
OSASUNA

Los rojillos avanzan en pos del título de Segunda

Decimosexta victoria consecutiva en El Sadar, una gesta que será muy complicada de repetir en la trayectoria deportiva de la entidad osasunista.

OSASUNA 2

LAS PALMAS 0


Osasuna sigue con su fiesta particular en El Sadar, acumulando la decimosexta victoria consecutiva casera –una marca de complicadísima repetición– y en pos del que ahora, una vez logrado el ascenso, es el objetivo del equipo: quedar campeón de Segunda por cuarta vez en su historia. De nuevo, con oficio y acierto, marcando el tiempo del choque, los de Jagoba Arrasate se hicieron con los tres puntos ante un Las Palmas de buen toque, pero exhibiendo toda su debilidad en ambas áreas.

Pese a una semana repleta de celebraciones y apenas dos entrenamientos para preparar el envite, el conjunto rojillo respondió con creces al reto de proclamarse campeón de la categoría y acabar la campaña sin perder en propio feudo. No lo acusó excesivamente en el aspecto físico y refrendó ante el cuadro insular un oficio que le ha llevado a ser el equipo más fiable con diferencia.

La diana de Juan Villar, superada la primera media hora, recompensó los mayores merecimientos de los anfitriones, quienes ya se habían acercado con peligro a los dominios de Josep Martínez con sendas oportunidades firmadas por Kike Barja y Oier. El 1-0 supuso el decimosegundo tanto liguero del delantero onubense –empata así con Roberto Torres como máximo realizador del conjunto navarro–, que, a la segunda, se lo dio en bandeja el extremo de Noain, después de que en el minuto 7 Barja abusara de individualismo intentando anotar un gol por la escuadra que se marchó fuera.

Con el encuentro bajo control, tanto en el juego como en el marcador, Osasuna ya navegó a favor de corriente e incluso pudo ampliar la diferencia al filo del descanso con empalme un tanto centrado de Fran Mérida y un cabezazo con mucha intención de un muy activo David García en ataque, cuya rosca no encontró portería.

Tras el paso por vestuarios, Las Palmas, uno de los candidatos al ascenso al comienzo del curso, apretó las tuercas a los anfitriones, pero demostró el porqué de su mal rendimiento deportivo, pues estuvo muy ineficaz en los últimos metros. El otro David García, también central pero amarillo, echó fuera una pelota que parecía fácil embocarla a portería, el ex rojillo Maikel Mesa esperó demasiado para chutar en otro balón favorable y Rubén Martínez sacó una decisiva mano en un remate cruzado de Rubén Castro.

Fiesta final

Superada esa fase de relativo agobio y algo de caraja navarra, Villar tuvo en sus botas el 2-0, pero no estuvo acertado en el mano a mano con el cancerbero visitante, mientras que el que sí resultó efectivo fue Xisco –quizás su último gol como rojillo– cuando solo tuvo que empujar el esférico a falta de cinco minutos para el final tras un gran pase interior de Rubén García y una asistencia de Nacho Vidal.

Concluido el choque, el equipo se dio un baño de masas con su incondicional público –Oier y Roberto Torres incluso se subieron a Graderío Sur para estar más cerca de sus seguidores– y el técnico rojillo, Jagoba Arrasate, fue manteado por sus jugadores, mientras la grada coreaba su nombre.

«Esta afición no deja que nos relajemos»

«Hemos hecho un gran primer tiempo y también hemos terminado enteros, que no era nada fácil tras una semana sin mucho tiempo para preparar el partido, pero esta afición no deja que nos relajemos, el equipo tiene hambre y ambición, por eso ha realizado un gran esfuerzo, suma 81 puntos y no queremos que esto se acabe», fue la lectura de un Jagoba Arrasate orgulloso de los suyos.

El entrenador de Berriatua analizó que «queríamos darle continuidad a las alineaciones de la temporada», algo que no podrá realizar ante el Córdoba, ya que Roberto Torres y Fran Mérida son bajas seguras para esa salida por acumulación de amonestaciones. «Entrará otra gente, que también se lo merece, y si este equipo por algo ha destacado es porque, juegue quien juegue, siempre es competitivo».

La próxima temporada habrá cinco escuadras vascas en Primera, con otros tantos entrenadores euskaldunes. «Estoy muy orgulloso y contento por ello, se trata de una gran noticia y espero que todos tengamos suerte», manifestó.

Pepe Mel, ex jugador rojillo y técnico de Las Palmas, destacó que el ascenso rojillo ha sido «merecido», porque «han sido los mejores» y «nos han enseñado el camino, siendo los más intensos en los duelos, mordiendo y siendo un equipo». N.M.