GARA
GASTEIZ

Un «mapa de suicidios» para conocer las zonas de riesgo

Nekane Murga presentó ayer la Estrategia de Prevención del Suicidio, que pretende reducir el impacto del suicidio a través de la prevención, la intervención temprana y la atención a personas y familias afectadas.

El Departamento de Salud de la CAV ha publicado la Estrategia de Prevención del Suicidio, en la que se recogen 57 medidas para hacer frente a este problema. Entre las que figura la elaboración de un «mapa de suicidios» que tiene por objeto conocer los métodos y las zonas de riesgo.

Según informó la agencia Efe, la consejera de Salud, Nekane Murga, presentó ayer la estrategia en una rueda de prensa en la que también participaron dos miembros del equipo encargado de su redacción: José Antonio de la Rica, coordinador de Salud Mental y Asistencia Siquiátrica de Osakidetza, y la siquiatra Andrea Gabilondo.

Murga señaló que los suicidios son un problema de salud pública de primer orden, la primera causa de muerte no natural, que se cobra una vida cada dos días en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Y afirmó que la nueva estrategia supone un «salto cualitativo» en la lucha contra esta lacra, porque «avanza en una doble dirección: la detección precoz de las conductas de riesgo suicida para actuar con celeridad y de forma coordinada, y la visibilización social del suicidio, derrumbando estimas y tabúes, y cuidando a las personas supervivientes».

Algunas de las medidas

Además del «mapa de suicidios», la estrategia prevé la creación de un espacio específicamente relacionado con el suicidio dentro del “Observatorio de Salud de Euskadi”, cuya labor será implementar un sistema de información sobre conducta suicida, hacer vigilancia epidemiológica y emitir informes de situación y recomendaciones de actuación. Y se instaurará un registro de suicidios y otro de tentativas, con información sobre casos atendidos en los servicios de salud.

También, se quiere reforzar el control sobre elementos potencialmente letales como fármacos y armas de fuego, e incidir en el fomento de medidas para reducir el consumo de alcohol, un «auténtico lubricante» para la depresión, que en muchos casos está en el origen del suicidio, en opinión de Murga.

Asimismo, se incorporará la perspectiva de la prevención del suicidio en herramientas ya existentes como el consejo sanitario de Osakidetza y en los teléfonos de ayuda a la infancia y adolescencia, y de atención de mujeres víctimas de violencia machista, entre otros.

Se pondrá en marcha un Código de Riesgo Suicida (CRS) integrado en la historia clínica electrónica que posibilite una mejor identificación y un seguimiento del paciente en riesgo dentro del sistema sanitario; y se llevarán a cabo campañas periódicas de sensibilización ciudadana para combatir el estigma. También se creará un portal web de información, orientación y apoyo en torno a la prevención de la conducta suicida, con especial atención a las redes sociales.