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LUXEMBURGO

La UE avanza hacia un presupuesto del euro sin concretar el rumbo

El desarrollo de estructuras propias para la eurozona –hoy en día integrada por 19 de los 28 Estados miembros– no es una prioridad compartida por la mayoría de los socios de la UE. La disparidad de criterios ha vuelto a impedir que se aclare cuál es el camino que se quiere definir. No obstante, los mensajes oficiales se han teñido de cierto optimismo.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE han llegado a un acuerdo sobre las líneas generales del futuro presupuesto para la eurozona, que deja sin respuesta cuestiones esenciales, como el tamaño que tendrá y de dónde saldrán los fondos.

Pese a ello, tanto los representantes de los gobiernos como los de las instituciones comunitarias se esforzaron en presentarlo como un paso importante que permitirá avanzar hacia una herramienta más ambiciosa para prevenir y afrontar posibles crisis en el área de la moneda única, como resaltó Laura Pérez-Cejuela para Efe.

«Es el primer (presupuesto) específico para la eurozona, así que no infravaloremos la importancia simbólica de este paso aunque nuestro trabajo no haya terminado. No nos felicitemos demasiado, pero tampoco estemos decepcionados, ya que hemos hecho un trabajo importante», comentó el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, tras una reunión que comenzó el jueves y se prolongó durante más de quince horas.

Moscovici insistió en que era «el mejor compromiso posible dada la situación de Europa», recordando que hace apenas un año muchos Estados estaban en contra de la mera idea de un presupuesto para la eurozona, impulsada por el Gobierno francés de Emmanuel Macron. Ayer, los ministros de Finanzas francés, Bruno Le Maire, y alemán, Olaf Scholz, llegaron a calificarlo de «minirrevolución».

Solo «referencias»

Sin embargo, este acuerdo se queda lejos de la ambición francesa, ya que se ve limitado por las diferencias de criterio entre los socios comunitarios y, sobre todo, el rechazo de Países Bajos. Los «términos de referencia» pactados especifican que los Estados podrán usar fondos del presupuesto para financiar reformas estructurales o inversiones que tengan por objetivo mejorar la competitividad y la convergencia económica entre los Estados del euro.

Los Estados beneficiarios deberán costear una parte de los proyectos en un porcentaje que podría variar. Los ministros no alcanzaron el consenso sobre cómo debería financiarse esta línea presupuestaria más allá de señalar, como ya se había fijado, que se enmarcará dentro del presupuesto plurianual para 2021-2027 de la UE.

Tampoco se aclara si esta dotación podrá complementarse después con aportaciones adicionales de los socios de la eurozona, como piden París y Berlín, o con otros ingresos.

 

El Eurogrupo apoya el procedimiento contra Italia, a la que no se le cierra la puerta

De la reunión de Luxemburgo también se extrajo la conclusión de que el Eurogrupo apoya la posición de la Comisión Europea sobre Italia, después de que la semana pasada Bruselas recomendara abrir un procedimiento de déficit excesivo por la elevada deuda publica de este país, que en 2018 llegó al 132% de su PIB..

En cualquier caso, la decisión final sobre la puesta en marcha de ese proceso, por el que se pueden exigir ajustes (recortes) y que en última instancia puede dar lugar a sanciones económicas, corresponde a los ministros económicos del conjunto de la Unión Europea (Ecofin).

En la rueda de prensa posterior al encuentro, el presidente del Eurogrupo, el portugués Mário Centeno, incidió en que «un procedimiento de déficit por la deuda está justificado». A continuación, invitó a Roma a tomar «las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento» del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que pide que el déficit público de los Estados miembros no supere el 3% del PIB y la deuda pública no rebase el 60% del mismo. Si se sobrepasa ese límite, los Estados están obligados a tomar medidas para rebajar el nivel del endeudamiento.

El ministro italiano de Finanzas, Giovanni Tria, tenía previsto reunirse ayer con el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, quien señaló que la Comisión está «en modo de escucha» y que su puerta está «abierta todavía». También dio la bienvenida a los compromisos dados por Tria y por el primer ministro, Giuseppe Conte. GARA