EDITORIALA

La UE, un modelo de integración agotado

La Unión Europea se está convirtiendo en un extraordinario galimatías. Ya solo resulta comprensible para la burocracia involucrada en su funcionamiento y en sus arreglos. Ayer ofreció el enésimo ejemplo del despropósito con el acuerdo de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea sobre las bases del llamado primer presupuesto de la eurozona. Un pacto que fue valorado positivamente por los responsables comunitarios. Sin embargo, una mirada algo más detallada deja bastantes dudas sobre el alcance real de lo convenido.

Llama la atención que siendo el presupuesto solo para una parte de la UE –los países que conforman la zona euro– el resto también tomara parte en una decisión que apenas les afecta. Tal vez pretendieran así dar una imagen abierta y participativa del proceso de toma de decisiones, pero el resultado no convence. Si además consideramos que ese nuevo presupuesto constará de 17.000 millones de euros –algo menos del PIB anual de Nafarroa–, a repartir entre 19 Estados durante un periodo de siete años, pues las cantidades aprobadas resultan bastante ridículas. A pesar de lo exiguo del montante en juego, los criterios para gastarlo provocaron encendidas discusiones, especialmente sobre el destino del gasto y sobre las condiciones para asignar los recursos. Los países del norte, liderados por Holanda, y los del Sur, encabezados por el Estado español, no llegaron a ningún acuerdo. En consecuencia, estos aspectos que son claves para definir el sentido económico y político del nuevo presupuesto quedaron sin resolver. Y por lo que ha trascendido, otra parte fundamental de cualquier presupuesto, la procedencia de los ingresos, no se llegó siquiera a discutir.

Dicen que hasta el viaje más largo empieza con el primer paso. Pero así como los viajes surgen a partir de una idea, en los pasos de la UE no se advierte la existencia de ningún diseño que los guíe. El énfasis que pone en representaciones cada vez más vacías es un claro síntoma de un modelo de integración agotado.