MEDIABASK - GARA
PARÍS
EL FUTURO DEL EXDIRIGENTE DE ETA, EN MANOS JUDICIALES

La DGSI bloquea «in extremis» la puesta en libertad de Urrutikoetxea

Agentes de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) se personaron a media tarde de ayer en la prisión de La Sante, desde la que Josu Urrutikoetxa debía salir en libertad y, con una euroorden de por medio, bloquearon la ejecución de la liberación inmediata acordada tan sólo unas horas antes por el Tribunal de Apelación de París.

La libertad inmediara de Josu Urrutikoetxea decretada ayer al mediodía por el Tribunak de Apelación de París se vio bloqueada apenas seis horas después por la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), cuyos agentes se personaron en La Santé y se llevaron «retenido» a Urrutikoetxea.

Aunque en el momeno de redactar esta información las noticias eran confusas, periodistas que esperaban, junto a familiares de Urrutikoetxea su salida de la cárcel parisina, pudieron ver al vehículo que, a gran velocidad, transportó al ex dirigente de ETA, previsiblemente en dirección a la delegación central de la DGSI. Al parecer, este cuerpo habría activado la notificación de una euroorden para bloquear, in extremis, la libertad bajo control judicial acordada por el tribunal a Urrutikoetxea.

Según informó la agencia Efe, la DGSI tendría un plazo de 48 horas para comunicar a Urrutikoetxea la euroorden, referente al atentado de 1987 contra la casa cuartel de Zaragoza que la Audiencia Nacional insiste en imputarle, antes de llevarlo de nuevo ante el tribunal. Desde el mediodía, asociaciones como AVT y Covite habían exigido al Gobierno francés que reconsiderara la situación y al español, que presionara para ello.

Todo ello ocurrió apenas unas horas después de su primera comparecencia judicial, que había generado fuerte expectación mediática.

Operación, antes de un mes

Por primera vez desde su detención, el 16 de mayo en Sallanches (Alta Saboya), ayer se pudo ver y escuchar a Urrutikoetxea en una sede judicial. El histórico militante vasco denunció que desde que fue arrestado en la región de los Alpes y luego encarcelado en la prisión parisina de La Santé no ha podido hablar con su familia y ha vivido en un régimen de aislamiento del mundo exterior, sólo roto por el contacto con sus abogados.

En todo caso, la parte sustancial de su intervención la dedicó a exponer con detalle su estado de salud, causa de preocupación constante para los suyos desde que se conociera que fue arrestado cuando acudía al hospital.

De hecho, uno de los momentos más emotivos de la sesión judicial se produjo cuando Irati y Egoitz Urrutikoetxea pudieron abrazar a su padre, durante el receso en que el tribunal se retiró a deliberar si ponía o no fin a su situación de prisión preventiva del vecino de Ugao.

Urrutikoetxea explicó que dos días antes había acudido a las urgencias del hospital en cuyos accesos fue detenido. Había sufrido una pérdida considerable de peso y el médico consideró urgente someterle a una intervención. Según recordó, el urólogo le marcó un plazo de un mes para abordar con garantías esa cirugía. Periodo que, indicó, se ha agotado sin que haya pasado por el quirófano, lo que hace que hoy por hoy siga teniendo de utilizar una sonda.

Las explicaciones de Urrutikoetxea no convencieron al fiscal, que insistió en que el estado de salud del detenido era compatible con la prisión. Sin embargo, los argumentos de la defensa, apoyados en informes médicos, hicieron más efecto en las jueces que, tras debatir durante media hora, decretaron la puesta en libertad bajo control judicial de Urrutikoetxea, ordenándole permanecer en París, cara a su próxima cita judicial, fijada para el viernes 28 de junio.

«Remover miedos»

El abogado del Estado abogó hasta el final por mantener preso a Urrutikoetxea achacándole su responsabilidad sobre la trayectoria global de ETA, y atentados ocurridos treinta años atrás. Con todo reconoció, en un momento de su intervención también que el veterano militante vasco «formó parte de quienes se comprometieron en el diálogo con las autoridades españolas». Eso sí, siguiendo la línea que el Ministerio Público vienen manteniendo en los procesos a presos vascos, llegó a cuestionar, en un momento de su intervención, que «ETA haya entregado todas sus armas», lo que provocó murmullos.

Por su parte, la defensa, ejercida por los letrados Heinich y Pasquet-Marinacce, glosó la trayectoria de Urrutikoetxea a lo largo del proceso de resolución, y hasta en algún momento llegó a plantear con ironía a la abogado general que parecían hablar de organizaciones distintas, en alusión a su relato relativo a ETA y al propio Urrutikoetxea.

Con todo, los letrados se centraron en remarcar que las garantías presentadas –el reputado exmagistrado Louis Joinet se ha ofrecido a hospedar a Urrutikoetxea– debían primar sobre «el afán de remover miedos». Y añadieron que «no pedimos una actitud conciliadora, sino respetar las reglas jurídicas».

 

Valoraciones

«Seguimos el caso; más tarde o más temprano, será juzgado en España»

MINISTERIO DEL INTERIOR ESPAÑOL

«Francia tiene que extremar las medidas,otra fuga sería un gran descrédito»

COVITE

«Hay quienes siguen en el ‘vencedores y vencidos’»

EH BILDU-EH BAI