Según informaron “The New York Times”, “The Washington Post” y ABC News, citando fuentes de la Casa Blanca, Donald Trump aprobó atacar a Irán a primeras horas de ayer pero reconsideró su postura cuando los aviones de combate estaban ya en el aire y los buques de guerra en posición de ataque. A primeras horas de la tarde de ayer el presidente de EEUU confirmó los hechos vía Twitter y justificó su cambio de opinión aduciendo la «desproporción» entre los muertos que hubiera causado y el derribo de un dron.

Al parecer, los objetivos del ataque de represalia de EEUU por el derribo de uno de sus drones RQ-4 Global Hawk eran los sistemas de radar y las baterías de misiles de Irán, en concreto «tres objetivos», en palabras de Trump. La agencia Reuters, por su parte, informó que Irán recibió el aviso vía Omán junto con la urgente invitación de Trump «para discutir» la situación.

El derribo con un misil tierra-aire del RQ-4 Global Hawk, primer ataque reivindicado por Irán contra activos militares de EEUU, ha disparado todas las alarmas. Para Washington, el incidente ocurrió en el espacio aéreo internacional, sobre rutas de tráfico aéreo bien conocidas y claramente establecidas que conectan a los países del Golfo con el mundo. Teherán, por contra, informó de que el derribo se produjo en su espacio aéreo y ayer mostró fotos con los restos del dron derribado que fueron recogidos en su zona marítima.

Ayer se conoció también la noticia de que la Agencia Federal de Aviación de EEUU emitió una nota de emergencia en la que cancelaba los vuelos comerciales de sus aviones sobre el espacio aéreo de ciertas zonas del golfo «por el incremento de la actividad militar y la tensión».

Llamamiento a la contención

Mientras el enfrentamiento verbal se intensifica, los llamamientos a la contención se multiplican. En ese sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, llamó a las partes a «rebajar la tensión» y, en especial, a EEUU a «calibrar las consecuencias» de una guerra con Irán.

Gran Bretaña y Alemania, en contacto regular con EEUU sobre la situación con Irán, llamaron a las partes a «desescalar» la situación. La canciller alemana, Angela Merkel, saludó la decisión de no lanzar el ataque e informó de que «en relación a Trump, puedo decir que hay muchos indicativos que demuestran que quiere evitar una confrontación militar y naturalmente saludamos ese afán».

Por su parte, Alessandra Velluci, portavoz del secretario general de la ONU, dijo que «solo tengo una recomendación: nervios de acero». Y llamó a las partes a «evitar toda acción que pueda inflamar la situación» mientras añadiía que «el mundo no puede permitirse una gran guerra en esa zona».

EEUU avisó a Irán de su ataque inminente a través de Omán

La tensión creciente ha provocado una alarma internacional y ha disparado la preocupación de que en cualquier momento podría desencadenarse una guerra en la región de consecuencias devastadoras. No obstante, o quizá por ello, las vías de comunicación y el intercambio de mensajes en ambas direcciones han permanecido abiertas y engrasadas.

Representantes iraníes que hablaron con Reuters pidiendo el anonimato confirmaron la existencia, negada luego por Teherán, de un aviso vía Omán de Trump al líder supremo iraní, Ali Jamenei, que le informaba de la inminencia del ataque. Según estas informaciones, en su mensaje, Trump reiteró que estaba «personalmente en contra de una guerra contra Irán» y que quería «entablar conversaciones directas sobre varios temas». Habría dado al país persa un «breve periodo de tiempo para recibir la respuesta» y la parte iraní le habría avanzado que «el líder está en contra de las conversaciones, pero se le hará llegar el mensaje para que tome una decisión».

Irán, por su parte, también envió un mensaje de urgencia al Gobierno de EEUU a través del embajador de Suiza, que representa los intereses estadounidenses en el país desde que en 1979 Teherán y Washington rompieron sus relaciones diplomáticas. Según informó la agencia semioficial iraní Fars, el contenido del mensaje era claro y explícito: «Seréis responsables de las consecuencias de cualquier acción militar».GARA