Los inversores demostraron ayer, una vez más, que tienen miedo a la guerra comercial y que, por tanto, es mejor maniobrar con prudencia a la espera de conocer los resultados de la reunión de esta semana entre Trump y Xi Jinping en Japón. Pero también tienen miedo al enfrentamiento militar que pudiera acompañar a la presión económica permanente de EEUU a Irán. Los analistas entienden que es una zona delicada para la economía mundial, dependiente en buena parte del petróleo de los países árabes. Cualquier alteración seria en el flujo de exportaciones de los productores del Golfo Pérsico afectará, de inicio, al precio, e impactará posteriormente en el crecimiento mundial.

En este contexto, los mercados europeos vivieron una sesión con sesgo negativo. Y lo mismo sucedía en Nueva York, donde todos sus índices principales sufrían caídas en torno al 0,50% media hora después de terminarse las negociaciones a este lado del Atlántico.

El Ibex abrió con pérdidas, de las que no se libró en ningún momento. Hoy comenzará con 9.159,80 puntos, después de bajar un 0,36%. Dentro del resto de índices europeos, solo Londres (+0,08%) terminó en verde, mientras que Fráncfort cedía un 0,38%, París, un 0,13%, y Milán, un 0,73%.

En el Ibex, sigue el desgaste en las cotizaciones de los bancos, que se han quedado sin el acicate de la subida de los tipos de interés y la rebaja en la facilidad de depósito del BCE. Los dos peores fueron Bankinter (-1,25%) y BBVA (-0,79%). Tan solo Bankia (+0,10%) y Santander (+0,38%) se salían del guión. En el índice, los más castigados fueron IAG (-2,46%) y MásMóvil (-2,22%). Las acciones de Indra (+2,53%) y Red Eléctrica (+1%) sobresalieron entre los once valores que cerraron al alza.