Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
CAMBIOS EN LANDABEN

Dos nuevos modelos en cuatro años tras dedicar 32 en exclusiva al Polo

Tras 32 años de monocultivo del Polo, la fábrica de Landaben anunció en junio de 2016 la llegada de un segundo modelo. Ahora, con la producción del segundo modelo (T-Cross) apenas recién iniciada, aparece la noticia de que llegará un tercero. La gran adecuación de la fábrica ocurrió en 2016, cuando se adaptó para un rediseño del Polo.

Al igual que ocurrió el día en que se anunció la llegada del segundo modelo, el bautizado como T-Cross, del tercero modelo poco se conoce. Un todocamino urbano con aire deportivo que podría acabar teniendo una versión híbrida, adelanta VW. Nacerá en 2021 y la información de sus especificaciones llegará con cuentagotas, conforme les convenga a los responsables de marketing de la transnacional. Será primo hermano del Polo y el T-Cross, en el sentido de que todos comparten la misma plataforma, el armazón en el que se ensamblan las piezas y cuyo nombre técnico es MBQA0.

El comienzo de la producción de este tercer modelo no supondrá grandes inversiones en la fábrica. El grueso de la modernización de la planta se acometió en 2016, por un montante cercano a los mil millones. Era necesario para adaptar la línea de montaje de la versión anterior del Polo a la nueva. Esa fue la gran transformación y la que supuso la creación de puestos de trabajo (entre 300 y 500). Esa fábrica remodelada es más versátil que la antigua y permite no solo el montaje del Polo, sino el de toda la familia MBQA0.

El anuncio tan temprano del tercer modelo podría hacer pensar que al T-Cross o al veterano Polo no les está yendo tan bien y que la transnacional se ve forzada a reaccionar. Los datos de venta, sin embargo, parecen disipar estas dudas. El Polo ha sido el tercer coche más vendido en Europa. Según fuentes de la empresa, la acogida del T-Cross ha ido por encima de las expectativas. «El mercado se ha transformando. Ahora la gente quiere SUV y no parece que sea una moda, sino una evolución imparable», comenta un responsable de VW. Los modelos SUV son coches más altos y se los tiene por más cómodos.

Mirando ya a números, el año pasado la planta de VW tuvo un nivel productivo anormalmente bajo. Cayó de la cifra sicológica de los 300.000 vehículos. Se quedó en 272.272 coches. Esto, en principio, es atribuible a la propia adaptación a los primeros modelos de T-Cross (coche que se presentó en diciembre de 2018). Por contra, la previsión para este año, supone pisar el acelerador y llegar a 320.000 coches. Y en 2020 planean montar 350.000. Aun así, la planta se moderniza, pero no se amplía.

A día de hoy, aunque no por una gran diferencia, de la planta de Landaben ya están saliendo más T-Cross que “polos”. Unos 750 T-Cross diarios y unos 650 “polos”. Y este dato sí resulta muy remarcable. Una planta centralizada en un único modelo de coche es mucho más vulnerable, pues si ese modelo cae en ventas arrastra a la fábrica consigo. Y Landaben no solo es susceptible a la competencia que puedan hacerle otras marcas, sino que también tenía sobre sí la amenaza de la propia Volkswagen. Es decir, el T-Cross y el Polo son modelos parecidos (el T-Cross es algo más caro, no mucho) y, por lo tanto, compiten entre sí. Y ese tercer modelo MBQA0 está llamado a competir con sus dos primos. Así, la llegada del tercer modelo trae una doble tranquilidad: de un lado supone una oportunidad y, del otro, Landaben se quita de encima un serio competidor.

El presidente del comité de empresa, Alfredo Morales (UGT), ha asegurado que el tercer modelo abre la entrada a modelos híbridos «a medio plazo». La afirmación, con los datos de los que se dispone hoy, parece un tanto aventurada. Por de pronto, las mayores adaptaciones en la planta para la cabida del nuevo modelo afectarán únicamente a chapistería.

El método por el que VW asigna los nuevos modelos a sus propias fábricas hace que la llegada de un nuevo coche se viva como una lotería. La transnacional hace competir a sus propias fábricas y la llegada de un nuevo modelo suele venir acompañada de un apretón de tuercas a la plantilla. Landaben se disputaba este modelo con otras cuatro fábricas del grupo.