GARA
MADRID
MANIOBRAS ANTE EL PLENO DE INVESTIDURA

Sánchez se pone la venda catalana ante Iglesias blandiendo otro 155

El presidente del Gobierno en funciones y candidato a una nueva investidura, Pedro Sánchez, arguyó ayer «las enormes discrepancias y diferencias sobre temas de enorme vigencia, como la cuestión catalana» y la aplicación del artículo 155, que hay entre el PSOE y Unidas Podemos para rechazar un ejecutivo con Pablo Iglesias en su composición.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con sus respectivos equipos, siguen con su pelea de gallos acusando al otro de impedir un futuro gobierno progresista. El presidente en funciones aseguró ayer que el líder de Unidas Podemos dio por rotas las negociaciones con el PSOE para la investidura al convocar una consulta a las bases «trucada» y que, a su juicio, es una «mascarada» que busca justificar una negativa a su investidura. Por su parte, el secretario de Acción Política de la formación morada, Pedro Echenique, se mostró sorprendido por la dureza del tono empleado por Sánchez y añadió que «para nosotros nunca está rota la posibilidad de que nuestro país sea un país mejor; pensamos que eso pasa por un gobierno de coalición».

Queda una semana para la primera votación de investidura en el Congreso y, de momento, todo lleva a pensar en una carrera hacia el precipicio en el que nadie va a frenar a tiempo, aunque Sánchez anunció una nueva ronda con los partidos.

Pese a que Unidas Podemos anunció la pasada semana que la decisión sobre la investidura la tomarían las bases, Pedro Sánchez aseguró ayer en una entrevista en la Ser que «conocí por los medios una consulta que a todas luces supone la ruptura por parte de Iglesias de las negociaciones con el PSOE». Y añadió que las conversaciones «las dio por rotas Iglesias. La consecuencia es la que empezamos a intuir: Iglesias está usando esta consulta trucada para justificar una votación contraria a mi investidura, coincidiendo con la ultraderecha».

La excusa de otro 155

Sobre la intención de Pablo Iglesias de entrar en el gobierno, Pedro Sánchez indicó que él no es «una persona de vetos», pero no aceptará «imposiciones». Explicó que «una de las tareas del presidente es hacer su equipo. Me pueden proponer nombres pero tengo que tener la capacidad de poder decidir sobre las personas que van a incorporarse a mi consejo de ministros».

Sánchez admitió sus «dudas» para que Iglesias forme parte del gabinete. «Los dos –explicó– somos líderes de dos formaciones con coincidencias en política sociales, pero con enormes discrepancias y diferencias sobre temas de enorme vigencia como la cuestión catalana».

Así, puso como ejemplo que, ante una situación en la que la Generalitat no renuncia a la unilateralidad para avanzar en la vía independentista, el Gobierno español tiene que estar «preparado para cualquier eventualidad». En opinión de Sánchez, «eso exige de cohesión interna al máximo para afrontar un potencial desafío al Estado».

A su juicio, es «evidente» que el independentismo continúa en esta estrategia, «quebrando la convivencia» en Catalunya, y por ello «el Estado tiene que actuar en caso de que vaya a más». Se trata de una alusión directa a que «el 155 es un artículo legítimo que el Estado debe utilizar en el momento en el que se ponga en cuestión la convivencia y el orden constitucional en un determinado territorio».

Pedro Sánchez afirmó que estas diferencias se pueden «sortear» mediante la confección de un gobierno de cooperación, con Unidas Podemos fuera del ejecutivo.

Oferta a la «cuarta fuerza»

El candidato del PSOE a la investidura aseguró que ofreció al líder de Podemos la entrada de miembros de su partido «con perfil sectorial», poniendo en valor que haya ministros con alto nivel de «cualificación», como Teresa Ribera, titular de Transición Ecológica, o José Guirao en Cultura, que «es militante del PSOE pero no es conocido por eso, sino por ser reconocido por todo el mundo en el mundo de la cultura».

Según Pedro Sánchez, «es la primera vez que se hace una oferta así, a un partido que representa la cuarta fuerza, y me dijo que no, la descalificó tachándola de idiotez». Defendió que era una oferta «honesta» y responde a que tienen puntos en común con Unidas Podemos, pero también discrepancias.

UP llama a seguir negociando

El secretario de Acción Política del partido morado y responsable de las negociaciones para los pactos, Pablo Echenique, respondió que, pese a la «dureza» con la que se empleó el presidente del Gobierno en funciones para dar por rotas la negociaciones sobre la investidura, su partido no asume esa ruptura y que emplaza a Pedro Sánchez a volver «al talante negociador».

«Para nosotros nunca está rota la posibilidad de que nuestro país sea un país mejor, pensamos que eso pasa por un gobierno de coalición», comentó Echenique, quien confió en que si no es este mes haya un acuerdo de investidura en setiembre.

Enfado en ERC y JxCat

Escuchadas las declaraciones de Pedro Sánchez, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, lo tachó de «irresponsable» y añadió que «no ha sido capaz ni de ponerse de acuerdo con Podemos. Se está quedando solo. Exigimos respeto hacia los votos que obtuvo el independentismo en Catalunya [ERC ganó las generales en esta comunidad], que se nos escuche».

JxCat, por su parte, reprochó a Sánchez su «hipertacticismo» y apuntó que es «un gran malabarista del fuego y algún día se puede quemar porque tiene miedo al diálogo».