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PEKÍN

China advierte a EEUU contra un nuevo despliegue de misiles en Asia-Pacífico

«No permitiremos misiles en nuestras puertas». China advirtió de forma tajante a EEUU –y a sus aliados en la región– contra el despliegue de nuevos misiles en Asia-Pacífico, agitando el espectro de la crisis de los misiles en Cuba durante la Guerra Fría.

La diplomacia china replicó en términos firmes, aunque sin nombrarlo, al nuevo jefe del Pentágono, Mark Esper, quien se pronunció el sábado a favor del despliegue, «lo más rápido posible», de nuevos misiles en Asia.

«China no se quedará de brazos cruzados y se verá en la obligación de tomar medidas de retorsión si EEUU desplegaran misiles terrestres de medio alcance en esta región del mundo», señaló el director general del Departamento de Control de Armamentos del Ministerio de Exteriores, Fu Cong, quien se negó a concretar esas medidas, pero advirtió de que «todo está sobre la mesa».

En pleno repunte de la guerra comercial, tecnológica y monetaria con los EEUU de Donald Trump, el gigante asiático instó a Japón y Corea del Sur, que albergan tropas estadounidenses, y también a Australia, «a dar pruebas de prudencia y a no permitir el despliegue de misiles americanos en su suelo, porque eso no iría en interés de su seguridad nacional», amenazó.

«Provocador y peligroso»

Mientras los expertos estiman que Washington podría desplegar sus nuevos misiles en la isla de Guam, en el Pacífico, Fu advirtió de que ello supondría instalarlos «en las puertas de China, lo que sería altamente provocador y muy peligroso».

Aunque Guam dista 3.000 kilómetros de China, el portavoz de Pekín no ha dudado en evocar el fantasma de la crisis de los misiles soviéticos en Cuba en 1962, cuando el mundo estuvo al borde de un conflicto incluso nuclear al rechazar Washington la presencia de misiles rusos apenas a 150 kilómetros de su territorio.

La advertencia llega cuatro días después de la retirada por EEUU del Tratado de desarme INF, firmado durante la Guerra Fría entre EEUU y la URSS para prohibir totalmente los misiles terrestres de medio alcance (de 500 a 5.500 kilómetros).

Washington tiene ahora las manos libres para lidiar con China, cuyo arsenal está sobre todo conformado por armamento del tipo del prohibido por el INF, sobre el que nunca Pekín se ha sentido concernido.

Fu Cong denunció la retirada estadounidense del Tratado INF, calificándolo de «nueva prueba de unilateralismo que tendrá consecuencias negativas» y aseguró que las apelaciones de EEUU al arsenal chino y a las violaciones por parte de Rusia del Tratado no serían más que «pretextos» de la Administración Trump.

El portavoz chino insistió en que Pekín no participará en negociaciones trilaterales sobre reducción de armamento, como exige Washington. «Habida cuenta de la enorme distancia entre el arsenal de China respecto a los de EEUU y de Rusia, esa exigencia no es ni razonable ni equitativa», arguyó.

En la región Asia-Pacífico, chinos y estadounidenses se desafían en torno al mar de China meridional, reivindicado por Pekín, que está construyendo instalaciones militares e infraestructuras en islotes disputados por países vecinos. EEUU despliega regularmente barcos de guerra en nombre de la «libertad de navegación», operaciones sistemáticamente denunciadas por el Gobierno chino.