GARA
WASHINGTON

EEUU aplaza los nuevos aranceles a China y los mercados toman aire

Como destaca Alberto Castro en su comentario diario sobre las bolsas –en la página 23–, los mercados se tomaron ayer una jornada de respiro tras conocer la decisión de Donald Trump de retrasar la aplicación de aranceles adicionales a ciertos productos importados de China. Los analistas entienden que la Casa Blanca quiere dar otra oportunidad a las negociaciones, pese a que el propio Trump amagó el viernes con cancelar la ronda prevista para setiembre.

El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer que ha decidido retrasar hasta el 15 de diciembre parte de la subida de aranceles del 10% a productos chinos que tenían que entrar en vigor el próximo 1 de setiembre.

«Se ha determinado que los aranceles deben retrasarse hasta el 15 de diciembre para ciertos artículos», señaló la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés) en un comunicado. Los productos de este grupo incluyen, por ejemplo, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, consolas de videojuegos, ciertos juguetes, monitores de ordenador y algunos artículos de calzado y ropa.

Para otros bienes, sin embargo, los aranceles sí entrarán en efecto a partir del 1 de setiembre, aunque el Gobierno estadounidense no dio más detalles.

La USTR también informó de que algunos productos se han eliminado del listado de bienes que serán sancionados con gravámenes por motivos de «salud, seguridad, seguridad nacional y otros factores», pero no especificó cuáles. La oficina comercial tenía previsto publicar en las horas siguientes una lista en la que aparezcan los productos que quedarán exentos de aranceles hasta el 15 de diciembre.

De Shanghai a Washington

Estados Unidos comunicó el 1 de agosto la imposición de nuevos aranceles del 10% sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de setiembre, a pesar de que las negociaciones comerciales entre los dos países siguen en pie. Es más, Donald Trump anunció la nueva escalada arancelaria apenas horas después de que la delegación ministerial de EEUU regresara de Shanghai, donde se llevó a cabo la última reunión negociadora, y la Casa Blanca hubiera comunicado oficialmente que el encuentro fue «constructivo».

Algunos expertos indicaron que la decisión anunciada ayer, que fue muy bien recibida por la bolsa de Wall Street, refleja la creciente preocupación que existe en la Administración Trump sobre el impacto de la guerra comercial con Pekín en la economía de Estados Unidos.

Para seguir rizando el rizo, el anuncio del retraso de los gravámenes se produjo el mismo día en el que Trump volvió a acusar a China de no haber comprado los productos agrícolas que habían pactado en sus rondas de negociaciones comerciales. «Como de costumbre, China dijo que iban a comprar a lo grande a nuestros grandes agricultores estadounidenses. Hasta ahora no han hecho lo que dijeron. ¡Quizás esta vez sea diferente!», apuntó el mandatario en su cuenta de Twitter.

El pasado viernes, Trump añadió más incertidumbre sobre un hipotético acuerdo comercial entre ambas potencias económicas al amagar con cancelar la ronda de conversaciones que está prevista que se lleve a cabo en setiembre en Washington. En los últimos días, el presidente estadounidense se ha mostrado muy crítico también con el Gobierno chino por la devaluación del yuan frente al dólar a un nivel clave no visto desde 2008.

Y ayer volvió a protagonizar otra de sus habituales decisiones imprevisibles.