Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Un verano en Ibiza»

El lugar ideal para las vacaciones de la mochufa

Utilizando la terminología creada por Santiago Lorenzo en su genial novela “Los asquerosos”, que denomina “mochufa” a lo que antes se podía identificar como la típica familia de domingueros, creo que es mejor que estas gentes veraneen en sitios de moda en lugar de invadir, como sucede en el libro del ácido escritor de Portugalete, los lugares más reconditos y perdidos de la despoblada geografía rural.

En Ibiza se pueden camuflar mejor y hasta pasar desapercibidos entre tanta especie dañina de temporada alta, como la productora de esta película francónfona que recibió todo tipo de ayudas para el rodaje por parte de la Ibiza Film Office, ente oficial al que en nombre de su objetivo promocional no le importa reconocer todos y cada uno de los tópicos sobre la isla que atraen al turismo, incluidos los que dan una mala imagen. Es lo mismo que pasa en Hollywood con respecto a la capital del juego y su famoso lema “Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”.

“Ibiza” (2019) expone los comportamientos idiotas que se le suponen a una familia en la que el destino vacacional lo ha elegido el nieto para hacer rabiar al abuelo, así que la persona mayor sufre mientras los chicos y las chicas adolescentes se divierten a su manera. Es un papel que ni pintado para Christian Clavier, heredero del cascarrabias cómico incorporado antes por Louis De Funes, y que está condenado a repetir a raíz del gran éxito de “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho... ahora?” (2010), cambiando simplemente el conflicto racial por el puramente generacional.

En concreto hace de sesentón emparejado con una mujer más joven, que tiene un hijo y una hija menores de edad. Para ganarse la confianza del trío tendrá que seguirles el juego y soportar que ella le recuerde constantemente sus relaciones anteriores, representadas por un “ex” que airea la poca mentalidad ibicenca del protagonista.