GARA
WASHINGTON

Trump se muestra acorralado entre la Reserva Federal y China

Donald Trump acusó al presidente de la Reserva Federal (el banco central estadounidense) de ser el «peor enemigo» de EEUU, solo a la par del presidente de China. Con esa virulenta reacción parecía mostrarse tambaleante por la decisión de Pekín de responder a su política con nuevos aranceles y por la actitud poco sumisa de Jerome Powell.

La política económica de EEUU estaba pendiente ayer del discurso que, a media mañana (horario de la costa este), iba a pronunciar el presidente de la Reserva Federal en la conferencia anual de Jackson Hole. Pero la espera fue sacudida por un seísmo procedente de Pekín.

El Gobierno chino anunció la imposición de aranceles a bienes estadounidenses por valor de 75.000 millones de dólares, como contramedida a las últimas tarifas adicionales impuestas por EEUU a las importaciones procedentes del gigante asiático, una nueva señal de que Washington y Pekín mantienen aún posiciones alejadas para resolver el conflicto comercial que decidió abrir Donald Trump.

Según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, esos aranceles comenzarán a aplicarse el 1 de setiembre, la misma fecha en la que entrarán en vigor las nuevas tasas de la potencia norteamericana a productos chinos por 300.000 millones de dólares anunciadas por el propio Trump.

La Comisión de Aranceles Aduaneros precisó que, entre estas tasas, se incluye la reanudación de tarifas adicionales del 25% o del 5% a los vehículos importados y componentes de fabricación estadounidense a partir del 15 de diciembre.

Como era de prever, poco después de conocer la noticia, Trump aseguró que iba a responder ayer mismo a la nueva batería de aranceles china. «¡Esta es una Gran oportunidad para Estados Unidos!», sostuvo en un mensaje divulgado en su cuenta personal de Twitter.

El «peor enemigo»

Pese al impacto negativo que puede tener esta guerra comercial en la economía estadounidense, el inquilino de la Casa Blanca todavía no tiene claro si su «peor enemigo» en este terreno no lo tiene en casa.

«Mi única pregunta es ¿quién es nuestro peor enemigo, Jay Powell o el presidente Xi?», escribió en su cuenta de la citada red social. Al dirigente chino de vez en cuando también lo califica de «amigo», lo que nunca hace con el presidente de la Reserva Federal de EEUU.

«Como de costumbre, ¡la Fed no hizo Nada! Es increíble que puedan ‘hablar’ sin saber o preguntar qué estoy haciendo, lo cual se anunciará en breve. Tenemos un dólar muy fuerte y una Fed muy débil», comentó Trump en relación al discurso que dio Powell ayer mismo.

El patrón de la Fed no se comprometió a seguir con la bajada de tipos de interés. «La pregunta clave planteada en esta era, entonces, es cómo podemos apoyar mejor el empleo máximo y la estabilidad de precios en un mundo con una tasa de interés neutral baja», dijo Powell, sin ofrecer más detalles.

«No existen precedentes recientes que guíen cualquier respuesta política a la situación actual», añadió el presidente del banco central estadounidense. Unas reflexiones que volvieron a “encender” a Trump, que fue quien le nombró para el cargo.

Powell mantiene su hermetismo en medio de la incertidumbre

El presidente de la Reserva Federal (Fed) admitió que existe preocupación sobre una posible recesión prolongada motivada por la incertidumbre sobre la política comercial global, aunque no dio pistas sobre una eventual bajada de los tipos de interés en EEUU en su próxima reunión de setiembre.

«Las perspectivas de crecimiento mundial se han deteriorado desde mediados del año pasado. La incertidumbre de la política comercial parece estar desempeñando un papel en la desaceleración mundial y en el débil gasto en manufactura y capital en Estados Unidos», subrayó Powell en su discurso en la conferencia de banqueros centrales que se celebra estos días en Jackson Hole (Wyoming).

Aseguró que la baja inflación, que en el caso de EEUU está por debajo del objetivo de la Fed del 2%, es otro de los factores que están impulsando la desaceleración de la economía global. El presidente del banco central estadounidense consideró que en los últimos meses han surgido «más pruebas» de esta desaceleración global, «especialmente en Alemania y China».

Los inversores esperaban que Powell diese alguna pista sobre los próximos pasos de la Fed, después de que en su reunión de julio, decidiera rebajar los tipos de interés hasta el 2-2,25%. Sin embargo, continuó con su tradicional hermetismo y no se comprometió a seguir con la bajada de tipos que algunos sectores y el propio presidente de EEUU le piden que tome. GARA