Otra soleada mañana hizo brillar el recinto festivo en las primeras horas, para disfrute de otra jornada de gentío y alta participación en los actos. De hecho, en el gran espacio gastronómico que se ha convertido el Arenal, la estrella era ayer el marmitako y con él el bonito del norte. Y para muestra los datos: 130 cazuelas presentadas y 300 kilos de bonito a la parrilla degustado en forma de pinchos acompañados con sidra. La pareja Zipi y Zape de Areta se impuso como ganadora, Txomin Barullo se llevó la txapela correspondiente a las comparsas y Txomin Meabe recibió la makila al concinero más hábil con este pescado tan apreciado.

Buena parte de las cazuelas se degustaron in situ, en la jornada reservada a la comida de las comparsas en el espacio txosnero. Fuera de los fogones, Casco Viejo adentro, bertsolaris, animación musical y espectáculos de calle volvieron a cobrar metros de fiesta para una gran cantidad de público, entre el que ganan enteros los aficionados a las mañanas de Aste Nagusia.

Llegar al octavo día de estas fiestas después de hacer acto de presencia y participar en multitud de actos, turnos de txosna, pruebas deportivas, y no tanto, y no perder el humor es algo que solo pueden hacer quienes se ejercitan día a día cada año, y a la cabeza está quienes componen la jungla comparsera.

Apurando las últimas horas de Aste Nagusia, a la comida en las txosnas le siguió la cita en la plaza del Arriaga para medirse en las pruebas de deporte rural. Ayudó que el sol que había apretado por la mañana desapareció por la tarde y las temperaturas bajaron lo bastante para hacer más llevadero el desafío.

Y tras la última velada, la despedida hoy de Marijaia comenzará a las 20.30 y transcurrirá bajo los puentes del Arenal y el Ayuntamiento hasta Pio Baroja.