El Eibar regresa a casa. Han pasado casi cuatro meses desde que los azulgranas despidieran la temporada en Ipurua con un emocionante, e histórico, empate contra el Barcelona. Hoy regresa en circunstancias muy diferentes pero tan motivado como lo hizo entonces.

O más. Porque todo lo que ante los blaugranas era ilusión, con los objetivos ampliamente cumplidos, ahora es necesidad. Sin urgencias pero con un puntito lógico de presión, después de que las tres primeras jornadas de Liga, todas a domicilio por las obras del estadio, se hayan saldado con dos derrotas y un empate.

Así que se inaugura el «nuevo» Ipurua, aunque falte aún bastante para que tenga el que deberá ser su aspecto definitivo, y el Eibar quiere, y necesita, que el estreno sea doble.

Llega con el aval de su buena actuación en el Wanda, donde llegó a colocarse con dos goles de ventaja –el Atlético no había encajado ninguno hasta entonces– en un primer tiempo magnífico, aunque acabara cediendo ante el empuje de los locales. Pero hubo muchas cosas buenas, sobre todo un Eibar más reconocible que el de las dos jornadas previas, a las que el equipo quiere aferrarse hoy. Con la ventaja añadida de que juega ante su gente. Y aunque el escenario no asegura puntos, ayuda y mucho. «Al final no es lo mismo jugar en casa y fuera –reconoce José Luis Mendilibar–. Fuera, sin querer, siempre juegas un poquito más atrás, no eres tan atrevido para jugar arriba, para presionar... Y todas esas cosas las solemos hacer bien en casa». Eso pide el técnico a sus jugadores, atrevimiento, intensidad, concentración... Y también un poquito más de «claridad. Nos está costando mucho cuando tenemos el balón, tenemos que jugarlo con más claridad. Y robarlo más arriba, no solo en nuestro campo», asegura.

Lo intentará con un equipo diferente al que actuó de inicio en Madrid. Es previsible, al menos, que el técnico recupere el dibujo con dos jugadores, en el que Charles y Enrich, fuera de la lista entonces, bien podrían jugar de inicio. También Cote, por fin recuperado, lo que puede trasladar a Arbilla al centro de la defensa o incluso al lateral diestro en detrimento de un Tejero que necesita tiempo para adaptarse a la categoría y a las exigencias de su técnico.

Además de Enrich y Cote, también Bigas regresa a una convocatoria de la que se caen Paulo, Correa y De Blasis.

Enfrente estará un Espanyol que también ha empezado la Liga con el pie cambiado. Puede que esté pagando sus excesos europeos –ha jugado seis partidos de la previa de Europa League–. Lo cierto es que llega a Ipurua también con un solo punto y sin haber podido marcar aún ningún gol.