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LUXEMBURGO

La Unión Europea busca más países de acogida para ayudar a Italia y Malta

Coincidiendo con otro naufragio que dejó decenas de muertos y desaparecidos cerca de Lampedusa, el Estado francés, Alemania, Italia y Malta intentaban sumar a sus reacios socios a su inciativa de fijar un mecanismo de reparto de los rescatados en el Mediterráneo.

El plan ideado por Alemania, el Estado francés, Italia y Malta para el desembarco y reparto de los migrantes y refugiados rescatados en el Mediterráneo central, una ruta especialmente letal, comenzó a perfilarse ayer como «proyecto piloto», aunque pocos países expresaron por el momento su voluntad de participar en la iniciativa. El lunes, un nuevo naufragio cerca de Lampedusa se saldó con la muerte de trece mujeres y la desaparición de otras 20 personas.

El asunto se abordó en el marco de una reunión de ministros del Interior en la que los cuatro artífices de la propuesta, gestada en una reunión hace dos semanas en Malta, la presentaron a sus reacios homólogos europeos y trataron de recabar el mayor número de adhesiones.

Fuentes europeas indicaron que durante el debate sobre el plan temporal, Luxemburgo, Portugal e Irlanda expresaron un «apoyo incondicional» a la iniciativa y Eslovenia, Suecia y Finlandia (país que preside el Consejo de la UE hasta diciembre) también se mostraron favorables a sumarse. El Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) es especialmente hostil a la acogida de migrantes, pero también Dinamarca rechazó sumarse.

El comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopulos, señaló que este plan temporal debe verse como un «ejercicio», hasta que se tenga un acuerdo definitivo sobre asilo.

Su objetivo es contar con una solución «temporal» (en principio por seis meses), para poner fin a las escenas de buques que permanecen durante semanas en alta mar, ante la negativa de los países miembros a abrirles sus puertos y a acogerlos, y a ayudar a Malta e Italia, principales puertas de entrada.

Establece que las personas rescatadas serán desembarcadas «en el territorio» del país bajo cuyo pabellón navegue el barco. Propone que los estados titulares de los buques garanticen que los mismos «están calificados y equipados» y pretende que se obligue a las naves a cumplir las instrucciones dadas por los centros de coordinación de rescate y no obstruir el trabajo de los guardacostas «oficiales», incluyendo los libios.

Con todo, la UE aspira a establecer un mecanismo que asegure el «desembarco digno»

Grecia, que se enfrenta a su mayor ola migratoria desde 2016, presentó junto con Chipre y Bulgaria una iniciativa para una distribución más equitativa de la «carga migratoria», especialmente a través de «reubicaciones» en la UE y de asistencia en las fronteras externas marítimas y terrestres.