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Moreno lleva el Gobierno a Guayaquil ante la toma indígena de Quito

La llegada de miles de indígenas a Quito para protestar por el «paquetazo» de recortes impuesto por el Gobierno puso ayer en jaque a Lenín Moreno, que desplegó al Ejército y trasladó la sede del Ejecutivo a Guayaquil. Anoche los manifestantes irrumpieron en el Parlamento.

Miles de indígenas y campesinos de todo el país seguían llegando ayer a Quito para protestar contra un acechado presi- dente Lenín Moreno, que decidió huir de la capital y trasladar la sede del Gobierno a Guayaquil. Los manifestantes derribaron anoche las verjas de seguridad y tomaron la Asamblea Nacional al grito de «¡Fuera Moreno!». El Ejecutivo pidió la mediación de la ONU para resolver esta crisis sin precedentes.

En su largo trayecto hacia la capital, los indígenas bloquearon decenas de carreteras –ayer seguían bloqueadas vías en 17 de las 24 provincias ecuatorianas– y ocuparon pozos petroleros en la Amazonía, lo que llevó a la caída de 12% en la producción de crudo (de 531.000 barriles por día), principal producto de exportación, según el ministerio de Energía.

Ni el estado de excepción decretado por el Gobierno el jueves ni la presencia de los militares en las calles fueron suficientes para sofocar el estallido social que desencadenó el «paquetazo» de recortes impuesto por el Ejecutivo y, especialmente, el alza de los combustibles. Exigen su revocación.

Los manifestantes, que el lunes ya intentaron ocupar el Legislativo en Quito y atacaron la sede de la Contraloría, han sido acusados por Moreno de protagonizar un «intento de golpe de Estado» con la complicidad del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y orquestado por su predecesor, Rafael Correa.

Moreno desplegó a las Fuerzas Armadas ante las movilizaciones y decretó el estado de excepción durante 60 días, lo que le faculta para restringir derechos e imponer la censura.

En una aparición en televisión, rodeado del alto mando militar, acusó a Correa y Maduro de querer desestabilizar a su Gobierno en un proyecto en el que se están «usando» a sectores de indígenas «aprovechando su movilización, para saquear y destruir a su paso».

«El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización», afirmó Moreno, quien dijo que la actual ola de protestas se origina en elementos externos alentados por el correísmo.

Elecciones anticipadas

Rafael Correa aseguró que las protestas no responden a ningún «golpe de Estado» y pidió la celebración de elecciones anticipadas para solucionar el problema ya que las leyes lo permiten para casos de «conmoción social» y que, de celebrarse, «el resultado será más contundente que en las calles».

«Nos llaman golpistas cuando llevamos dos años de la peor persecución política. Aquí no hay golpistas, los conflictos en democracia se resuelven en las urnas», señaló el expresidente en un vídeo difundido por redes sociales.

Los indígenas, que tienen previsto llevar a cabo hoy una gran movilización a la que esperan se sumen gremios y sindicatos, además de la ciudadanía en general, se desmarcaron de los incidentes violentos, según expresó la influyente Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en un comunicado.

Ecuador, cuya economía dolarizada enfrenta problemas de iliquidez y un alto endeudamiento, eliminó subsidios a los combustibles más utilizados en como parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener créditos millonarios. Los precios aumentaron en consecuencia hasta un 123%.