Mikel LABORDA
NAFARROA OINEZ EN TUTERA

LA LUZ Y LA LLUVIA JUSTAS PARA QUE EL EUSKARA PUEDE CRECER

ESTE ES EL QUINTO AñO QUE NAFARROA TIENE UN GOBIERNO FAVORABLE AL EUSKARA». LO AFIRMÓ AYER EL VICEPRESIDENTE SEGUNDO, JOSÉ MARÍA AIERDI, EN EL ACTO DE APERTURA DEL NAFARROA OINEZ. LO DIJO EN EUSKARA Y EN TUTERA, DONDE LA FIESTA DE LAS IKASTOLAS ES AUN MÁS EMOCIONANTE. QUE LO DIGAN ES RELEVANTE; QUE LO HAGAN, MÁS.

A pocos kilómetros de Tutera, primero en Sartaguda en un homenaje a las víctimas del franquismo y luego en un acto electoral del PSN en su pueblo, Cintruenigo, la lehendakari María Chivite se concentraba en la parte más social y electoral, esquivando el tema «vasco» y dejando el protagonismo en Tutera para sus socios de Gobierno.

A la Ciudad Agroalimentaria, donde ayer estaba el recorrido del Nafarroa Oinez, acudieron varios consejeros y consejeras. Además del mencionado Aierdi, estuvieron presentes la exlehendakari Uxue Barkos y el presidente del Parlamento navarro, Unai Hualde. Parlamentarios de todo el arco asistieron al acto de apertura, desde Bakartxo Ruiz hasta Inma Jurio, pasando por Eduardo Santos, y otros muchos. Les acompañaban activistas del euskara y la cultura, y representantes de la sociedad civil.

La directora de Argia Ikastola, Argiñe Korta, y la presidenta, Maru Eriz, les dieron la bienvenida, destacaron la labor que realizan a diario y celebraron el éxito del Oinez.

Lo cierto es que la sentencia contra el euskara y la duda de si el Gobierno interpondrá recurso planeaba sobre el acto. El tema salió en el discurso de Elena Zabaleta, presidenta de la Federación Navarra de Ikastolas, que calificó la sentencia de «incomprensible», defendió los derechos lingüísticos de todas las personas y recordó que «dentro del patrimonio cultural de las comunidades, las lenguas ocupan un lugar preeminente».

El vicepresidente segundo, Jose María Aierdi, trazó la continuidad de su Ejecutivo respecto al de Barkos en el tema del euskara, reivindicó los avances y asumió que no es tarea fácil. Aseguró que «estamos haciendo esfuerzos por encauzarlos, revisando o actualizando la normativa, si es preciso».

Lluvia, trabas y alternativa

Respecto a la fiesta, la noche del sábado llovió en la Ribera y los y las organizadoras del Nafarroa Oinez temblaron. Tenían el recuerdo reciente de Zarautz, donde el agua malogró por la tarde la fiesta de Kilometroak. «Mira que llueve poco aquí, y que la gente lo agradece… pero que no sea hoy, por favor», rezaba una de las voluntarias.

A la mañana chispeaba un poco, gotas que cayeron intermitentemente durante toda la jornada, pero sin llegar a romper hasta las cinco. Ni tan mal.

Lo cierto es que Tutera queda a desmano para muchos vascos y vascas; es pura periferia del país. Por eso mismo, algunos hacen el esfuerzo con más gusto. Sin embargo, ayer se encontraron trabas importantes. La Diputación de Gipuzkoa cerró la A-15 por obras casi todo el fin de semana. Así, dificultó que los demócratas navarros fuesen a la manifestación del sábado a Donostia, y que los euskaltzales de “San Sebastian Region” –que diría un diputado–, llevasen su aliento y sus euros a la Ribera.

Como alternativa, desde la noche anterior o incluso desde el viernes, decenas de caravanas se plantaron en la zona para aprovechar el fin de semana.

Voluntariado incansable

Irati y María hacían barra en una de las carpas. Las dos jóvenes, de 20 y 18 años, son de Tutera. La primera, Irati, fue alumna de Argia, una experiencia que «me ha marcado mucho». La segunda, María, apenas sabe decir «kaixo» y «eskerrik asko», pero las amigas la invitaron a participar y ayer disfrutó de la experiencia. Era su primer Nafarroa Oinez; «quería probar», y dice que todo «está super bien». Han entrado a las ocho de la mañana, pero confiesan que les han dado un turno corto porque a partir del mediodía tienen intención de hacer parranda.

En una de las infinitas rotondas de la Ciudad Agroalimentaria se encontraba Miren, madre de una joven que ya ha terminado la ikastola. Goierritarra de nacimiento, vino hace muchos años y se quedó. Ha participado en varios Nafarroa Oinez, siempre para ayudar en lo que puede. Ayer le tocó tráfico.

Para comer había paella, siguiendo la tradición abierta por gente de Sakana, con Benigno Mendia a la cabeza. Falleció en 2015, y ahora el comedor lleva su nombre.

Son parte de esas 1.500 personas que hace posible no solo la fiesta, sino que el euskara siga conservando sus raíces en un territorio a menudo árido con sus propias gentes. Ayer, con algo de lluvia y unos rayos de sol, se volvió a ayudar a que el euskara crezca sano y cada vez con más fuerza en Erribera.