Pobre balance final para el Ibex en octubre. Finalmente, se ha conformado con una leve subida del 0,14%, habiendo dejado escapar el martes los 9.400 puntos, nivel que no había sido superado desde julio. En la jornada de ayer perdía un 0,29%, y comenzará noviembre con 9.257,50 puntos. A falta de dos meses para dar carpetazo el ejercicio, se revaloriza un 8,40%. El resto de índices europeos registró mayores caídas. Londres se dejó un 1,12%; París, un 0,63%; y Fráncfort, un 0,34%.

Los resultados volvieron a ser determinantes para inclinar la balanza hacia el lado negativo en el Ibex. Para empezar, Santander sufría con la resaca de la presentación de la víspera y añadía otro descenso, esta vez del 3,11%, a su caída del 4,06% del miércoles. Tampoco fueron bien acogidos los anuncios de ayer de BBVA (-0,24%) y Bankinter (-1,46%). La entidad presidida por Carlos Torres registró un beneficio de 3.667 millones de euros hasta septiembre, un 15,2% menos que hace un año. Bankinter, por su parte, ganó un 10% más, hasta 444,4 millones de euros, gracias a la aportación de Evo Banco. Fuera del sector bancario, el turno fue para Repsol (-1,61%), que redujo su beneficio un 32%, hasta los 1.466 millones de euros.

Además, los inversores debieron digerir la incertidumbre que potencia la guerra comercial tras constatarse de nuevo la falta de sintonía entre Estados Unidos y China. Mientras Donald Trump trataba de convencer de que la firma del acuerdo está muy cercana, desde Pekín se insistía en ponerla en cuarentena a la espera de ajustar los detalles del texto.

Dentro del Ibex, los más alcistas eran Enagás (+5,52%) y Caixabank (+2,76%), frente a los descensos de ArcelorMittal (con -3,46%) y Mapfre (-4,51%), castigado por sus resultados.