Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Fantasía política en Halloween

En ocasiones esta ciudad en la que vivo me golpea demasiado en la preocupación social que siento por cuanto me rodea. Es como si quisiera imitar a una gran urbe mostrando las miserias de un sistema que solo se ven en los suburbios de las grandes poblaciones. Todas las mañanas, cuando salgo de casa, me encuentro a personas que han dormido en la calle; viajeros de la exclusión que recogen su petate de cartones y mochila y se levantan para volver cuando el cajero, la plazuela o los jardines del campus se queden vacíos. Antes, se acercarán a los contenedores de los supermercados y restaurantes próximos y allí se juntaran con las familias que, aun teniendo un lugar para vivir, hace meses que con el salario o la prestación solo pueden pagar el alquiler. En Olaritzu, son más de cien las personas que subsisten en viviendas abandonadas y varios informes indican que, en la CAV, cada vez son más las que se encuentran al borde de la exclusión social. El jueves, en el centro de Gasteiz, el PNV, iniciaba su campaña electoral a bombo y platillo. Unos días antes, preparando sus mensajes de buena gestión neoliberal, habían hablado de las ventajas del «oasis vasco» donde 3 de cada 4 personas pobres están protegidas por las políticas sociales. Toda una fantasía política, tan maléfica como este Halloween consumista que hoy inunda Gasteiz.