Cuando ganar resulta fundamental suelen asomarse los fantasmas, el miedo y las dudas. Siempre que el Glorioso vuelve a jugar en Mendizorrotza, el duelo toma alguna característica de una final. Porque si no gana en casa –viendo la debilidad defensiva a domicilio–, va a terminar ahogándose. Y más, si no derrota a un rival, a priori, directo como el Valladolid, presidido por el exjugador Ronaldo y entrenado por Sergio González, que la temporada pasada terminó sufriendo para mantenerse en la máxima categoría.

En estas doce jornadas disputadas, los vallisoletanos han conseguido mantenerse en una situación solvente. Con 17 puntos, son duodécimos en la tabla, cuatro puestos por encima del Alavés y con cinco puntos más. Es decir, ni perdiendo en Gasteiz será superado por su rival.

El Glorioso, por su parte, en caso de derrota, deberá permanecer atento a los duelos que disputen sus adversarios más cercanos como el Mallorca, el Celta o el Espanyol para no caer en zona de descenso. Y ahora que la Liga se tomará un fin de semana de descanso, moralmente importa mucho descansar en descenso o fuera de él.

Asier Garitano tiene a su favor que cada partido incrementa las situaciones de ataque, sea en casa o fuera de ella. El último resultado, el de la derrota de El Sadar (4-2), no refleja las ocasiones que dispusieron los babazorros. Por contra, sí refleja que no estuvo fino ni en defensa ni de cara a gol. El único que está en racha es Lucas Pérez, con seis dianas de forma consecutiva. Su aportación, sea en forma de gol o en asistencia, será esencial para que el Deportivo Alavés vuelva a la senda de la victoria porque los babazorros deberán suplir la baja por lesión de Wakaso, el que mejor estado de forma muestra entre los albiazules.

El ghanés no aparece entre los que lideran las estadísticas de goles, pases o asistencias –sí aparece, obviamente, entre los que más faltas realiza y entre los más tarjeteros–, pero hay una faceta positiva en la que destaca el centrocampista y es el de las recuperaciones, una cualidad que le resulta imprescindible al equipo dirigido por Garitano, porque es a partir de las recuperaciones cuando empieza a preparar la ofensiva.

Wakaso lleva 81 balones recuperados en once partidos. No ha jugado todos los partidos por tener que cumplir un partido de sanción por el ciclo de las tarjetas amarillas pero, si por Garitano fuese, seguro que hubiera disputado todo. Por detrás de Duarte, es el jugador que más minutos ha disputado (931) y ha sido titular en todos los duelos.

Además del ghanés, Garitano sigue sin poder contar con Rodrigo Ely, que se lesionó frente al Valencia hace un mes.

González derrotó a Garitano

El Valladolid llega a Mendizorrotza tras golear al Mallorca (3-0) para así resarcirse de la derrota del Camp Nou (5-1). Como visitante, ha sumado ocho puntos de 21 posibles. Ganó al Betis y al Espanyol, y empató ante el Real Madrid y Athletic.

Sergio González, como entrenador del Valladolid se ha enfrentado en dos ocasiones al Alavés –ambos el curso pasado– y consiguió arañar un punto en Mendizorrotza. En Pucela ganó el Glorioso con un gol de Ibai en el último minuto (0-1).

No obstante, González ya sabe lo que es vencer a Garitano. Lo hizo la temporada pasada en Anoeta cuando el de Bergara era técnico de la Real Sociedad, dos semanas antes de su cese.

Garitano destaca el factor campo

Asier Garitano admitió en la rueda prensa previa al partido de esta tarde que lo que les da para ganar en Mendizorrotza no les es suficiente para vencer a domicilio. «Los jugadores y la idea son los mismos, lo que cambia es el factor», remarcó.

Consciente de que tienen que trabajar «más y mejor», confía en que hoy puedan dar seguida a la dinámica positiva de Mendizorrotza, en el que han perdido un solo partido (0-1 frente al Sevilla) y consiguió empatar ante el Atlético.

No obstante, cree que el partido de hoy no es una final, tal y como se consideró el duelo frente al Mallorca. Argumentó que entonces encadenaban tres derrotas y que ahora aventajan en tres puntos a la zona de descenso.

Opina que el Valladolid «está haciendo francamente bien». «Es un equipo que tiene paciencia, orden y equilibrio», remarcó. A su vez, instó a sus jugadores a evitar ponerse nerviosos porque el Valladolid «penaliza cualquier error». A.U.A.