Bajo el lema «El mundo despertó ante la emergencia climática», decenas de miles de personas –500.000, según los organizadores de Fridays For Future– marcharon anoche por las calles principales de Madrid para presionar a los estados reunidos desde el pasado lunes en la COP25 y reclamarles que tengan ambición y tomen medidas urgentes contra la crisis climática que amenaza el planeta.

Los organizadores de la Marcha del Clima, respaldada por 850 organizaciones ecologistas y sociales, quisieron ceder el protagonismo a los indígenas y activistas de Chile –país organizador de la COP25– y a otros coelctivos del continente americano, relegando a un segundo plano a los Jóvenes por el Clima (Fridays For Future) y la activista sueca Greta Thumberg, quien, no obstante, fue la encargada de cerrar el acto final.

Durante varias horas, por las calles de Madrid, convertida ayer en altavoz del planeta, desfilaron personas de todos los continentes con una sola voz para denunciar la inacción de políticos, instituciones y grandes empresas frente a la emergencia climática, reclamar que no hay tiempo que perder y mostrar, entre otros, lemas como «Sin planeta, sin futuro», «Política, la Tierra está muriendo», «Esta cumbre es una broma» o «El capitalismo mata el planeta».

Al término de la marcha, y mientras miles de personas seguían desfilando, el actor español Javier Bardem dio lectura a una declaración en la que se reclamó mayor ambición de los gobernantes, urgencia en la adopción de medidas realidad para acelerar la transición ecológica y reducción de la emisión de gases contaminantes, y en la que se hacía un llamamiento a la ciudadanía a sustituir el vehículo privado por medios públicos de transporte.

A título «muy personal», según aclaró, calificó de «estúpidos» al presidente de EEUU, Donald Trump, por «abandonar los acuerdos globales» y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por querer «revertir Madrid Central y permitir circular por la capital a los vehículos contaminantes».

«Nos están traicionando»

Pero la intervención más esperada fue la de la joven activista sueca Greta Thumberg, que ayer mismo llegó a Madrid procedente de Lisboa para participar en la manifestación, a la que puso punto final con un alegato en el que aseguró que la solución a la emergencia climática no vendrá de la mano de los políticos. «Los líderes políticos nos están traicionando y no vamos a dejar que se salgan con la suya, decimos basta ya. El cambio viene, os guste o no», les advirtió, al tiempo que les reclamaba que hagan su trabajo.

«Estamos saliendo de nuestra zona de confort diciendo a la gente que tiene una responsabilidad para preservar el futuro y las generaciones actuales. La esperanza no reside dentro de los muros de la COP25 sino en la calle con todos vosotros», enfatizó Thumberg.

Alertó de que el planeta se encuentra «en mitad de una emergencia climática» y de que es necesario empezar a «parar esta crisis», «salir de los espacios de conferencias» y «decir a la gente el poder que tienen, que tienen que tomar responsabilidades y proteger a las generaciones futuras». A su juicio, el cambio que se necesita «no va a venir de los poderosos, va a venir de las masas que demanden acción». «Nosotros somos los que vamos a hacer el cambio», sostuvo.

Antes de la manifestación ofreció una rueda de prensa en la que subrayó que «no podemos esperar más, no podemos permitirnos que pasen más días sin que se tomen medidas reales», manifestó. «La COP25 no es algo que deba ser ignorado y pospuesto» porque «la gente está sufriendo y muriendo por la emergencia climática y ecológica», recordó. Y confió en que laCOP25 «deje algo concreto» y aumente la concienciación entre la población en general en la lucha contra la crisis climática.