Iñaki VIGOR
IRUÑEA
Interview
OIHANE MENDIZABAL
DIRECTORA DE LA EXCAVACIÓN DE ZALDUA

«Hemos encontrado una gota de agua en un mar»

Oihane Mendizabal (Donostia, 1992) dirige la excavación de Zaldua, donde las investigaciones comenzaron en 2012. Licenciada en Historia por la UPV-EHU, forma parte del equipo de arqueólogos de Aranzadi. Los trabajos de excavación se retomarán, probablemente, el verano que viene.

El anillo de oro encontrado en el yacimiento de Zaldua es muy interesante y resulta llamativo de cara a la opinión pública, pero es solo una pequeñísima parte de todo lo que puede aportar la supuesta ciudad de Iturissa. «Nosotros solo hemos encontrado una gota de agua en un mar», resume de forma gráfica Oihane Mendizabal, directora de la excavación.

Las investigaciones en el yacimiento de Zaldua comenzaron en 2012. ¿Qué ha salido a la luz en todos estos años?

Esas investigaciones estaban ligadas a la calzada romana, y tanto Juan Mari Txoperena como un grupo de la sociedad Aranzadi que había empezado a analizar esa ruta vieron que en algunas zonas aparecía más concentrado el material de superficie. Se realizaron unos sondeos en esos lugares y uno de ellos fue justo el edificio que hemos estado excavando en el verano. Ahí pudieron ver que se encontraron estructuras muy grandes, muy bien construidas, con materiales típicamente romanos, y bajaron hasta el nivel geológico, que era alrededor de dos metros. Todo eso dio indicios de que no era una edificación aislada, sino de que había muchas fases, y las investigaciones se centraron en ese edificio.

En el año 2013, Ekhine García hizo los estudios geofísicos, dentro de su tesis doctoral, y comprobamos que es la planta de una ciudad o asentamiento de unas 4,5 hectáreas de superficie. En los años 2014, 2015 y 2016 se fueron haciendo diversos sondeos, porque se veía la planta del edificio pero no se sabía si era de época romana o no. En todos los sondeos que hicimos salió material romano.

En el año 2016 se excavó por primera vez en extensión, en una zona a las afueras del asentamiento, y desde 2017 llevamos excavando ese edificio, que lo hemos identificado como el de las termas.

¿Cuánto tiempo se calcula que continuarán las excavaciones?

Nosotros hemos encontrado una gota de agua en un mar. De todo el asentamiento solo conocemos unas pocas estancias, unas pocas habitaciones de un edificio. A medio plazo, nuestro objetivo sería poder entender este edificio que hemos empezado a excavar, que tiene un montón de fases y más de 350 años de vida. Eso solo sería un edificio del poblado, de toda una ciudad. Aquí hay para excavar y estudiar todo lo que se quiera y más.

Aún no se puede asegurar que este asentamiento fuera la antigua ciudad de Iturissa citada por el historiador Ptolomeo hace dos milenios. ¿Qué evidencia podría confirmarlo?

Epigrafía, es decir, escritos. Para estudiar el pasado disponemos de fuentes escritas y de fuentes materiales o arqueológicas. Las dos suelen ir en paralelo, pero muchas veces resulta difícil tender puentes entre ambas. Esto se produce cuando aparecen inscripciones dentro del yacimiento, dentro un contexto o de una estratigrafía. Para poder confirmar que esto es Iturissa se debería encontrar alguna inscripción, bien en el propio asentamiento o bien en sus alrededores, que indicara que este lugar tenía ese nombre. Esa sería la evidencia, cien por cien, de que en este término de Zaldua estaba Iturissa.

¿Confían en encontrarla?

Sí, por supuesto. Hay que ser optimistas.

En cualquier caso, está confirmado que aquí hubo un asentamiento importante. ¿Han calculado cuántos habitantes llegó a tener la ciudad?

Para responder a esa pregunta suelo poner un ejemplo: hoy en día el pueblo de Burguete tiene menos de 200 habitantes, pero llegó a tener 400-500 habitantes prácticamente con el mismo número de edificaciones. En Zaldua ocurre algo parecido. No sabemos si todos los edificios que vemos en la geofísica estuvieron simultáneamente en uso, y tampoco sabemos cuántas personas podrían vivir en cada edificio. De forma muy genérica, podríamos decir que aquí vivían cientos de personas, pero no miles.

Ya se han realizado excavaciones durante tres veranos consecutivos. ¿Van a tener continuidad?

La próxima excavación en este yacimiento será probablemente el verano del año que viene. Eso se decide según el presupuesto, y como todavía no sabemos de cuánto dispondremos en 2020, no hemos hecho previsión. Los trabajos se hacen en julio, pero pueden ser dos semanas, tres o todo el mes, dependiendo del presupuesto.

Los dos últimos años se ha recibido subvención del Gobierno de Nafarroa y de Eusko Kultur Fundazioa. Ahora habrá que seguir intentando renovar esa ayuda o buscar otras fuentes de financiación, y de ello depende el ritmo de la excavación y el tiempo que le podemos dedicar.