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El TAN ordena al jurado argumentar la selección del concurso de Los Caídos

El Tribunal Administrativo de Nafarroa sostiene que los expertos no detallaron los motivos para los exclusiones y cómo ponderaron a los siete ganadores, por lo que ordena retrotraer a la fase de valoración el concurso de ideas para transformar el Monumento a los Caídos.

El TAN considera que «la inexistencia de actas o informes con valoraciones y ponderaciones de las propuestas hace suponer que la valoración se hizo a tanto alzado, no existiendo constancia de cuál ha sido el modo y manera por la cual el jurado ha clasificado las propuestas». Por ello, ordena que el concurso se retrotraiga a la fase de valoración de todas las propuestas presentadas.

El jurado estaba formado por los expertos internacionales Carme Pinós i Desplat, Stefanie Endlich y Max Welch, así como otros tres nombrados por el COAVN, el Ayuntamiento y el Gobierno navarro. Y seleccionó un total de siete propuestas.

El TAN señala que «se ha prescindido de las normas esenciales del procedimiento puesto que queda acreditado que no figuran en el expediente remitido, las deliberaciones previas del jurado que justifican el rechazo de las propuestas, pues no existen las razones que conducen a excluir en una primera vuelta 25 propuestas, siete en una segunda y nueve en la tercera, no clasificación de las propuestas, no las valoraciones según los criterios de las bases de las mismas».

Reconoce que «únicamente existe una referencia a los criterios generales que han servido para descartar las propuestas sin individualización alguna y no puede servir como motivación de las propuestas rechazadas, rechazo que tampoco ha sido notificado a los interesados junto con los motivos que han conducido a la exclusión de las propuestas».

El tribunal apunta que «tampoco figuran informes o las actas donde se refleje la ponderación otorgada por el jurado a cada anteproyecto». De esta forma, concluye que «no hay constancia de los criterios de valoración aplicados a cada propuesta de forma individualizada ni su ponderación».

En el expediente, se enumera que «no hay informe donde el jurado haya hecho constar la clasificación de los proyectos, teniendo en cuenta los méritos de cada proyecto, junto con sus observaciones y cualesquiera aspectos que requiriesen aclaración; no consta especificación sobre los puntos principales de las deliberaciones; no consta referencia a los criterios indicados en las bases del concurso; el órgano calificador no exteriorizó ponderación justificada; el acto que puso fin al concurso no se motivó de conformidad con las normas que regulaban su convocatoria; no quedaron acreditados en el procedimiento los fundamentos de la decisión que se adoptó».

Alegaciones desestimadas

La respuesta del TAN supone una victoria parcial del apelante, un opositor al concurso que considera que ninguno los proyectos seleccionados rompe con el simbolismo del edificio como monumento que ensalza al fascismo.

El TAN concluye que el jurado debe «valorar que los nuevos usos o significados del monumento en caso de mantenimiento del edificio sean compatibles con el mantenimiento de una memoria histórica crítica, eliminando la apología del bando vencedor en la Guerra Civil Española».

En definitiva, todo este procedimiento parece formar parte de una maniobra dilatoria. De hecho, se intentó también anular el fallo del jurado por detalles nimios y formales, como que no aparecían las firmas de todos los miembros el jurado en el informe final o por el hecho de que uno de los miembros del jurado cambió. Ninguna de estas vías les funcionó.

En suma, los críticos con el proceso llevado a cabo por el Ayuntamiento anterior logran el objetivo de dilatar los trámites. Un fin que comparten con el actual Consistorio de NA+.