Nagore BELASTEGI
DONOSTIA
«MOTXILAK GORA»

Piden aligerar la carga de los niños de la mochila, en especial la de Xua

La pequeña Xua cumplió ayer tres años y, por ello, le queda poco tiempo que compartir con su ama y su aita, que se quedarán en la prisión de Picassent mientras ella es trasladada a Usurbil. Para denunciar esta situación y la de todas las niñas y niños que tienen a alguno de sus progenitores presos, Sare organizó un emotivo espectáculo en Donostia.

Xua, la hija de los presos vascos Olatz Lasagabaster y Patxi Uranga, cumplió ayer tres años, lo que significa que en los próximos días será separada de sus padres dejando atrás su único mundo conocido, la cárcel de Picassent (Valencia). Xua vivirá en Usurbil con sus familiares y amigos, pero no podrá estar con su ama y su aita que, tal como mencionó el portavoz de Sare Joseba Azkarraga, «ya han cumplido con creces las tres cuartas partes de la condena y con una legislación ordinaria lógica deberían estar en libertad condicional».

En respuesta a esta situación, en el cumpleaños de la pequeña, un millar de personas –la mayoría en familia– llenaron el frontón Atano III de Donostia en un acto muy emotivo y representativo que llevaba por nombre “Motxilak gora”.

«Sin duda los más perjudicados por este tipo de política penitenciaria tan vengativa son los niños. En estos momentos hay más de cien niños de la mochila, que son los que están sufriendo esa política de alejamiento mucho más cruel y mucho más directa. Son los que semanalmente tienen que recorrer, en ida y vuelta, en muchas ocasiones hasta 2.000 kilómetros de distancia para visitas de 40 minutos. Y esto es algo que no tiene sentido, no tiene lógica desde la visión de la defensa de los derechos humanos», declaró Azkarraga, y después en euskara su compañero Inaxio Oiartzabal. Por ello, exigieron al Gobierno del PSOE terminar con esta situación y que cambie su política de progresión de grados. «Tienen derecho a ser progresados de grado como cualquier otro preso o presa en las cárceles españolas», señalaron.

A su vez, instaron a que tengan en cuenta las imágenes del pasado sábado, donde 80.000 personas tomaron las calles de Bilbo y Baiona «exigiendo lo que también se ha exigido desde las instituciones vascas: poner fin a la venganza, a la revancha. En definitiva, a una política que tiene que ser desterrada porque no es lógica en un Estado que se dice democrático y de derecho».

El poder de la magia

El acto festivo estuvo guiado por Porrotx y su amiga Muxi, que trataban de llegar a tiempo al evento, pero por culpa del peso de la mochila del payaso les fue imposible. Sin embargo, en el camino se juntaron con muchos amigos y amigas que les ayudaron a aligerar esa carga sacando de su macuto el odio, la pena, el cansancio y la desesperación que sienten las niñas, para llenarlo después con el amor y la protección de la familia, el apoyo de los profesores y educadores, la alegría de los amigos de la escuela, la solidaridad de los vecinos... elementos que no pesan, sino ayudan a pasar los malos tragos.

Los joaldunak dieron la bienvenida al evento a todos los asistentes dando paso después al trío de Gasteiz Basakatuak, que ofrecieron dos canciones, una de las cuales fue compuesta para la ocasión. Después se subieron al escenario las integrantes del grupo de danza Antiguotarrak, que repitieron actuación más adelante.

Las actuaciones se fueron alternando con las incursiones de Porrotx y Muxi, que presentaban a sus compañeros sobre el escenario. Una narración musicalizada dirigida a la cumpleañera le recordaba que su «fuerza y valentía son impresionantes», y una aplaudida canción a cargo de dos hijas de presos recordaban su dolor.

Ya era tarde. Porrotx y Muxi debían llegar cuanto antes al Atano, así que pidieron ayuda a la brujita Yuko, de Muxika, y su ayudante Irati, de Bilbo. Juntas pidieron al dúo presentador que se diera la vuelta, y tras hacer magia, al volver a girarse, ya estaban en el Atano rodeados de gente. Felices de haber llegado por fin, pidieron a las niñas que hicieran más magia.

Estas se dispusieron a introducir en un caldero ingredientes como «nadie es ilegal, bienvenidos refugiados», música, «dos pueblos, una lucha», Korrika, un unicornio, purpurina, «polvo de nuestra lengua», «quienes han sido siempre nuestros payasos favoritos», Gure Esku Dago, el cuidado del planeta, la memoria, un trozo de revolución o un orgullo multicolor. Con las palabras mágicas adecuadas el revoltijo resultó en «una Euskal Herria libre».

Hacia el final del espectáculo tomaron la palabra los compañeros de trabajo de Olatz Lasagabaster de la revista “Hik Hasi” que recordaron que la ama de Xua tiene esperanza, y por ello acudieron a Donostia con la intención de llenar la mochila de Porrotx de optimismo. «Xua no estará sola y entre todas la educaremos y la criaremos», indicaron.

Tras ellos, Maider Zabalegi y Xanti Romano ofrecieron una canción, no sin antes explicar su implicación: «Mi mochila empezó a coger peso cuando tenía 5 años y con el tiempo se volvió muy pesada. Mi aita me enseñó unos acordes en una visita y empecé a componer canciones que me ayudaron a aligerar esa carga, y a conocer gente maravillosa», dijo la vocalista dirigiéndose a su compañero.

Ya solo quedaba desearle un cumpleaños feliz a Xua, para lo cual el trikitilari Txapas, ayudado del público que iluminaba las gradas con luces, de dedicó el “Zorionak zuri”. Los dantzaris de Orio y dos bertsolaris fueron lo últimos en actuar en un espectáculo que terminó con una foto grupal para enviarles a Xua y sus aitas. «Esta noche he estado en el cuartel de Loiola y he robado un tanque lleno de peso», dijo Porrotx en tono travieso. Le quitaron el misil y en su lugar pusieron colores que tras una cuenta atrás volaron por los aires a la par que disparaban la cámara. «Entre todos crearemos un arcoiris y le daremos color al mundo», se congratuló Porrotx.

 

Declaraciones

«En estos momentos hay más de cien niños de la mochila que son los que están sufriendo esa política de alejamiento mucho más cruel y mucho más directa»

JOSEBA AZKARRAGA

SARE

 

«Xua no estará sola y entre todas la educaremos y la criaremos»

TRABAJADORES DE LA REVISTA «HIK HASI»

Compañeros de trabajo de Olatz Lasagabaster

 

« Mi aita me enseñó unos acordes y empecé a componer canciones que me ayudaron a aligerar esa carga»

MAIDER ZABALEGI

CANTANTE