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BILBO

170 comités preparan una huelga con gran apoyo en la fábrica y en la calle

La huelga general del día 30 ha logrado activar 170 comités locales, más que en las convocatorias precedentes, según indicó ayer la secretaria general de LAB, Gabiñe Aranburu, que confirmó la adhesión hasta el momento de más de 1.200 empresas de todos los sectores. El movimiento de pensionistas también se suma en su «práctica totalidad».

Los ingredientes para que la huelga general del próximo día 30 sea exitosa llevan semanas cocinándose en fábricas, talleres, oficinas y en las calles de Euskal Herria, y se ha logrado un nivel de movilización previa que augura una respuesta multitudinaria. Así lo atestiguan los 170 comités de huelga que se han constituido a tal efecto, más que en convocatorias anteriores.

El dato lo ofreció ayer la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, quien al hilo del grado de adhesión recibido hasta el momento valoró que «cada vez somos más las personas que creemos en el valor de la lucha».

Acompañada por Maider Jauregi, responsable de Comunicación del sindicato, Aranburu recordó que aún faltan nueve días para la huelga y que, por tanto, «existen condiciones para que se una más gente todavía», y destacó que la huelga general «es producto de una fuerte movilización social, promovida en defensa de un modelo que haga posible una vida más digna».

«Creemos en la fuerza del colectivo, en la unidad de las y los trabajadores. Ese espíritu es el que nos ha unido», apostilló, dando voz a las trabajadoras y trabajadores de las más de 1.200 empresas que se han sumado a la huelga. Un enorme listado en el que hay firmas industriales potentes, como Mercedes Benz, CAF, CIE Legazpi, Arcelor Mittal (Bergara y Lesaka), Gestamp, Estampaciones Bizkaia, Tubacex, Tubos Reunidos, Cementos Portland y Cementos Lemona, entre otras, instituciones como el Gobierno de Lakua y el de Iruñea, las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, la UPV, Osasunbidea y EITB, compañías de transporte como Metro Bilbao, Euskotren y Pesa, del ámbito de la Educación, de la alimentación, distribución, finanzas...

Se trata de un amplísimo respaldo que choca con los intentos por desactivar la huelga que se ha llevado a cabo, en palabras de Aranburu, «por parte de los que defienden los intereses del capital». La secretaria general de LAB citó expresamente a Iñigo Urkullu, que se ha negado a reunirse con los convocantes, reprochando que «tenemos un lehendakari que día sí y día también se está fotografiando y participando en actos de la patronal, a la que le pone la alfombra roja, pero que no tiene tiempo ni voluntad para reunirse con los representantes de los trabajadores de este país».

Asimismo, Aranburu consideró «incomprensible» la negativa de Elkarrekin Podemos a secundar el paro, y valoró que «cualquier persona de izquierdas» debería hacer suya la tabla reivindicativa que se ha presentado con motivo de esta huelga.

Respaldo de los pensionistas

Una convocatoria que sí apoya «la práctica totalidad» de las asambleas de pensionistas que todos los lunes desde hace más de dos años se movilizan por unas pensiones dignas. Así lo expresaron desde Bilbo representantes de este movimiento, que desde algunos ámbitos se ha pretendido mostrar dividido.

En una comparecencia masiva frente al Consistorio bilbaino, representantes del movimiento explicaron que su apoyo a la convocatoria se debe a «las mismas razones que han mantenido en pie nuestras movilizaciones durante más de dos años» bajo el lema «gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden», y en el hecho de que tras dos años de movilizaciones, sus reivindicaciones «siguen sin cumplirse». Las pensionistas creen también que «tras dos años de concentraciones y movilizaciones, la mejor garantía para conseguir nuestros objetivos sigue siendo nuestra capacidad de movilizarnos y compartir con jóvenes, mujeres y trabajadores, nuestra lucha».

Por ello llamaron a secundar la cacerolada que el 29 de enero anunciará la huelga general y las manifestaciones que se han convocado en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria.