Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

Tensa espera en el furgón de cola

En un mercado que, de momento, protagonizan las cesiones y los cuarenta millones que se ha gastado el Espanyol en tres fichajes,el club guipuzcoano quiere seguir reforzándose pero tiene mucha competencia y hay varios rivales con mayor posibilidad de gasto.

La permanencia se pelea en el campo pero también en los despachos. El mercado invernal ha entrado en su última semana y aunque los equipos que pelean por la permanencia –los once que se sitúan ahora mismo por debajo de los treinta puntos– rondan ya las veinte incorporaciones, las previsiones apuntan a una recta final con un buen número de movimientos.

Previsiones en las que se incluye un Eibar que, de momento, se sitúa en el furgón de cola de la clasificación y también del mercado. Los azulgranas sólo se han reforzado con la cesión de Sebastián Cristóforo. Curiosamente en una posición para la que ya cuenta con suficientes efectivos. A no ser que la lesión de Gonzalo Escalante, de la que el club no ofrece información, sea grave, aunque Fran Garagarza lo descartó en la presentación de Cristóforo. Su llegada tampoco cuadra con la más que segura marcha de Escalante a final de temporada porque la Fiorentina sólo ha cedido al uruguayo hasta el 30 de junio, aunque el Eibar tiene una opción de compra.

El agujero parece mayor en otras posiciones. No tanto en el centro de la zaga, pese a la desaparición de Ramis, al que hace semanas que no se ve siquiera entrenar con sus compañeros, y la prolongada ausencia de Arbilla –tampoco en este caso se han hecho públicas sus lesiones–. Con Paulo ofreciendo su mejor nivel desde que llegó y la buena respuesta que han ofrecido Bigas y Burgos estas últimas semanas, el puesto parece cubierto, más aún con una sola competición en juego ya.

No puede decirse lo mismo de la banda izquierda. Los responsables azulgranas reconocen que decidieron arriesgarse a tener a Cote como único jugador específico en la plantilla, viendo su rendimiento en las dos temporadas previas, en las que lo había jugado todo sin problemas. Se ha demostrado un error porque el asturiano se ha perdido ya media docena de partidos por lesión y no ha acabado de completar ninguno sin problemas. Tejero no lo ha hecho bien cuando le ha tocado sustituirle y Arbilla está de baja. El problema se agrava porque ni Cote ni sus sustitutos han encontrado un compañero de garantías por arriba: Inui está lejos de su merjo versión, De Blasis lo ha hecho mejor en el lateral derecho que en su puesto y sólo Orellana se ha visto bien, aunque no tanto como en otras posiciones.

En la delantera, el problema no es de efectivos, sino de rendimiento. Hay cuatro delanteros en plantilla y entre todos han marcado seis goles con más de media temporada cubierta –el año pasado a estas alturas Charles ya había marcado diez–. Por mucho que en el Eibar se les exija más trabajo que goles, es evidente que esos números se le quedan cortos al equipo.

Pero goles son dinero. Y aunque el Eibar tiene una parte del suyo reservado para invertirlo en esta ventana –unos cinco millones –, va a tener difícil gastarlos: hay pocos jugadores apetecibles, mucha competencia y varios equipos con mayor posibilidad de gasto.

Rivales con mucho dinero

Es el caso de, curiosamente, uno de los dos clubes de la zona baja que todavía no se han movido en el mercado. El Leganés ingresó veinte millones por el traspaso de En-Nesiry al Sevilla pero de momento no los ha tocado. Y eso que con la marcha de Sabin Merino al Deportivo y si fructifica el interés de alguno de los equipos que tantea a Braithwaite, puede quedarse con un solo delantero.

La lista de objetivos que manejan los pepineros es interminable, y va desde Stuani o Mariano hasta Negredo o Sergio León. O Enric Gallego, al que, a sus 33 años y apenas uno después de debutar en Primera, hacen ojitos Leganés, el propio Eibar, Valladolid, Rayo –que también acaba de cobrar diez millones por Embarba– u Osasuna, que aparentemente es el que se va a llevar el gato al agua.

También ha reforzado su delantera con un veterano, o está a punto de hacerlo, el Valladolid. Se esperaba que ayer alcanzase un acuerdo con Ben Arfa, de 33 años y actualmente sin equipo. Es posible que no sea el único porque los castellanos se han desprendido ya de media docena de jugadores para aligerar la masa salarial.

La palma, claro, se la llevan el Espanyol y los veinte millones que ha pagado al Benfica por Raúl de Tomás, que ya rentabiliza su fichaje: ha marcado en los tres partidos que ha jugado, pese a lo que su equipo sigue siendo colista y ha caído en Copa. Y eso que también han llegado al Espanyol Abelardo, Leandro Cabrera –lo que deja nueve millones en las arcas del Getafe– y Adrián Embarba –otros diez millones al Rayo–.

Como el Leganés, también el Celta ha ingresado veinte millones, en su caso por Lobotka, pero mantiene un perfil bajo en el mercado: se ha hecho con Jeison Murillo y Filip Bradaric, ambos cedidos. El dinero, por lo visto, se lo guarda para intentar hacerse con Oriol Romeu.

La cesión, una tendencia al alza en los últimos tiempos incluso entre los equipos más potentes, está siendo la fórmula más utilizada por los equipos de la zona baja a la hora de reforzarse. Así han llegado Cristóforo al Eibar, los tres fichajes (Camarasa, Ismael Gutiérrez, Roberto Jiménez) de un Alavés que ha ingresado cuatro millones por Wakaso, Aleñá al Betis (por Guido Rodríguez ha pagado tres millones), los dos refuerzos del Granada (Foulquier, Vallejo), Toni Lato a Osasuna, Raúl García al Valladolid y Pozo al Mallorca.